Día: 17 de mayo de 2012

20 de Mayo. Domingo Ascensión del Señor, S

Cuando Jesús se despide de los suyos les confía la misión de proclamar su Evangelio y hacer sus discípulos en todo el mundo. En el Evangelio está la clave para hacer de sus seguidores verdaderos discípulos. Sin embargo cualquiera que se acerque a nuestras comunidades cristianas no percibe más que una religión opaca, carente de conocimiento y encuentro personal con Jesús y su Evangelio.

Nada puede renovar nuestra comunidad como la fuerza del Evangelio. Solo la experiencia directa del Evangelio puede revitalizar a la Iglesia. Cuando la crisis nos obliga a centrarnos sólo en lo esencial, vemos que nada es más importante hoy para los cristianos que reunirnos a leer, escuchar y compartir juntos los relatos evangélicos. Los Evangelios nos enseñan a vivir la fe, no por obligación sino por atracción. Nos hacen vivir la vida cristiana, no como deber sino como irradiación y contagio. Reunidos en pequeños grupos, en contacto con el Evangelio, iremos recuperando nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús. ¡Una dinámica nueva que transformaría la Parroquia!

CANTAREMOS:

  • Reunidos en el nombre del Señor………..159
  • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
  • Antífona
  • Este Pan y Vino………………………………..91
  • Santo-Padre nuestro-La Paz
  • Cordero de Dios
  • Por Tí Señor……………………………………134
  • Como el ciervo…………………………………54
  • Viva Cristo…………………………………….218

20 de Mayo. Domingo, Ascensión del Señor, S

Evangelio según San Marcos (Mc 16,15-20)

En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les dijo:
–Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado.
A los que crean, les acompañaran estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.
El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.