Cantaremos – 30 de Noviembre. I Domingo de Adviento /B

La Iglesia nos invita tomar conciencia de nuestro compromiso cristiano. Este es el llamado del Adviento, hermoso tiempo litúrgico que nos invita a la conversión para prepararnos dignamente a la NAVIDAD, celebración gozosa del Misterio de la Encarnación.

Escuchemos con atención el Evangelio , leamos y releamos los textos de la liturgia. Esta es la mejor manera de entrar en el espíritu del Adviento. Es fácil quedarse en el superficialismo de los problemas de un país en crisis, en el materialismo de las compras, de platos típicos y de adornos….

El mayor peligro de la Iglesia no nos viene de fuera,,,sino de nosotros mismos. La conversión de la Iglesia es posible comenzando por cada uno de nosotros.

Julie Meucci

  En la historia de la humanidad siempre se repiten momentos de crisis; situaciones imposibles de dominar desde el punto de vista social y político, cuando no es una catástrofe natural. La interpretación religiosa de esos acontecimientos se presta a muchos matices y a veces a falsas promesas. El hecho de que no se pueda asegurar el día y la hora pone en evidencia a los grupos sectarios que se las pintan muy bien para atemorizar a personas abrumadas psicológicamente. El lenguaje apocalíptico, que no era lo propio de Jesús, se convierte para algunos en la panacea de la interpretación religiosa en los momentos de crisis y de identidad.

  Hoy, sin embargo, debemos interpretar lo apocalíptico con sabiduría y en coherencia con la idea que Jesús tenía de Dios y de su acción salvadora de la humanidad. Se pide "vigilancia". ¿Qué significa? Pues que vivamos en la luz, en las huellas del Dios vivo, en el ámbito del Dios de la encarnación como misterio de donación y entrega. Ese es el secreto de la vigilancia cristiana y no las matemáticas o la precisión informática de nuestro final. Esto último no merece la pena de ninguna manera. Pero vigilar, es tan importante como saber vivir con dignidad y con esperanza. Hablar de la “segunda” venida del Señor hoy no tendría mucho sentido si no la entendemos como un encuentro a nivel personal y de toda la humanidad con aquél que ha dado sentido a la historia; un encuentro y una consumación, porque este mundo creado por Dios y redimido por Jesucristo no se quedará en el vacío, ni presa de un tiempo eternizado. Dios, por Jesucristo, consumará la historia como Él sabe hacerlo y no como los Calígula de turno pretenden protagonizar. Es esto lo que hay que esperar, y el Adviento debe sacar en nosotros a flote esa esperanza cristiana: todo acabará bien, en las manos de Dios.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS

      • Ven Salvador ………………………………………………….215
        • Señor ten piedad
      • Preparad el camino al Señor ………………………….…139
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Cordero de Dios
      • Adviento, ven Salvador …………………………………….227
      • Que los cielos lluevan al Justo…………………………….150
      • Ven, ven, Señor no tardes…………………………………220