Mes: mayo 2015

Cantaremos. 31 de Mayo. Domingo de la Santísima Trinidad.

Estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo

1. El evangelio del día usa la fórmula trinitaria  como fórmula bautismal de salvación. Hacer discípulos y bautizar no puede quedar en un rito, en un papel, en una ceremonia de compromiso. Es el resucitado el que “manda” a los apóstoles, en esta experiencia de Galilea, a anunciar un mensaje decisivo. No sabemos cuándo y cómo nació esta fórmula trinitaria en el cristianismo primitivo. Se ha discutido mucho a todos los efectos. Pero debemos considerar que el bautismo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo significa que ser discípulos de Jesús es una llamada para entrar en el misterio amoroso de Dios.

2. Bautizarse en el nombre del Dios trino es introducirse en la totalidad de su misterio. El Señor resucitado, desde Galilea, según la tradición de Mateo (en Marcos falta un texto como éste) envía a sus discípulos a hacer hijos de Dios por todo el mundo. Podíamos preguntarnos qué sentido tienen hoy estas fórmulas de fe primigenias. Pues sencillamente lo que entonces se prometía a los que buscaban sentido a su vida. Por lo mismo, hacer discípulos no es simplemente enseñar una doctrina, sino hacer que los hombres encuentren la razón de su existencia en el Dios trinitario, el Dios cuya riqueza se expresa en el amor.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS

      • Alabaré
      • Ten piedad
      • Gloria – Aleluya – Antífona
      • Este es el momento
      • Santo – Padre nuestro
      • Señor Dios nuestro
      • Tan cerca de mí
      • Gloria, gloria, Aleluya.

31 de Mayo – Domingo de la Santísima Trinidad.

Evangelio según San Mateo (Mt 28,16-20)

En aquel tiempo los once discípulos se fueron a Galilea, y subieron al monte en el que Jesús los había citado.
Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces Jesús se acercó a ellos, y les dijo:
–Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan pues y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Cantaremos – 24 de Mayo. Domingo de Pentecostés.

En el Libro de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas nos presenta un relato lleno de simbolismo, nos enseña gráficamente  la misión que realiza el Espíritu Santo dentro de la Iglesia. Comienza por describir una serie de señales, tales como el fuerte ruido que se escuchó y que ciertamente debió causarles sobresalto, así como la luz que los inundó.  En ellos se produce un cambio personal, transformando radicalmente su miedo en valentía, abriéndoles el entendimiento para descubrir mediante el Don de Sabiduría, las enseñanzas del evangelio del Señor.

Cuando el Señor fue crucificado ellos huyeron despavoridos….Eran un grupo de hombres débiles a los que prácticamente les era imposible comprender el misterio que habían presenciado.  Pentecostés le abrió los ojos…. y entendieron a quien  habían seguido por casi tres años…

Por Pentecostés ha nacido la fe y con ella la existencia cristiana.  La  conciencia de vivir en Cristo, de tenerle por origen y término.  Hoy nos toca a nosotros pedir que un nuevo Pentecostés se realice en nosotros, su Iglesia. ¡Que aprendamos a mirar la vida de manera nueva, a vivirla al estilo de nuestro Maestro, el Señor Jesús!

CANTAREMOS:

      • Y cantaré, aleluya ……………………………………… 224
      • Espíritu de Dios …………………………………………… 79
      • Espíritu Santo, guíanos ………………………………… 83
      • Siempre es Pentecostés ……………………………….173
      • Alabaré …………………………………………………….. 17

24 de Mayo – Domingo de Pentecostés

Evangelio según San Juan (Jn 20,19-23)

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo : “ La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.

Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús : “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “ Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

Cantaremos – 17 de Mayo. Ascensión del Señor.

  • Ascensión y misión

El evangelio de hoy es una especie de síntesis de lo que sucedió a Jesús a partir de la resurrección; síntesis que alguien ha añadido al evangelio de Marcos cuando ya estaba terminado. Esto se reconoce hoy claramente por su estilo, e incluso, por su teología. Habla de la Ascensión según lo que hemos podido escuchar en el texto de los Hechos de los Apóstoles. Pero lo que verdaderamente llama la atención de este evangelio es el encargo de la misión del Resucitado a sus apóstoles para que hagan discípulos en todas las partes del mundo. Se describe esta misión de la misma manera que Jesús la puso en práctica en el mismo evangelio de Marcos. Por tanto, Él es el modelo de nuestra predicación y de nuestros compromisos cristianos. El Reino, ahora, se hace presente cuando sus discípulos se empeñan, como Jesús, en vencer el mal del mundo y en hacer realidad la liberación de todas las situaciones angustiosas de la vida por medio del evangelio.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • Aleluya, aleluya, el Señor resucitó
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino Señor ……………………………………….91
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
        • El Señor resucitó
      • El Señor ha resucitado ……………………………………..71
      • Gloria, gloria aleluya ………………………………………..97

17 de Mayo – Domingo, Ascensión del Señor.

Evangelio según san Marcos (Mc 16,15-23)

En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo :” Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos,y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos.

El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

Cantaremos – 10 de Mayo – VI Domingo de Pascua /B

Permanecer en el amor de Jesús no es algo teórico ni vacío de contenido. Consiste en «guardar sus mandamientos», que él mismo resume enseguida en el mandato del amor fraterno: «Éste es mi mandamiento: que  se amen unos a otros como yo los he amado». El cristiano encuentra en su religión muchos mandamientos, pero sólo del mandato del amor dice Jesús: «Este es mi mandato». En cualquier época y situación, lo decisivo para el cristiano es el amor.
Jesús no presenta este mandato del amor como una ley que ha de regir nuestra vida haciéndola más dura y pesada, sino como una fuente de alegría: «Les hablo de esto para que mi alegría esté en ustedes». Cuando entre nosotros falta verdadero amor, se crea un vacío que nada ni nadie puede llenar de alegría.
Sin amor no es posible dar pasos hacia un cristianismo más abierto, cordial y amable donde podamos vivir como «amigos» de Jesús. No debemos cultivar un cristianismo triste, lleno de lamentos y aburrida resignación. A nuestro cristianismo le falta, con frecuencia, la alegría de lo que se hace y se vive con amor. Le falta el entusiasmo de la innovación, y le sobra la tristeza de lo que se repite sin la convicción de estar reproduciendo lo que Jesús quería de nosotros.

CANTAREMOS:

      • Aleluya, aleluya, el Señor resucitó
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Los frutos de la tierra
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Codero de Dios
      • Resucitó, aleluya (Mandurga)
      • El Señor resucitó, aleluya (el que está en la misma hoja)
        • Gloria ,gloria, aleluya .(Canto a las madres)

10 de Mayo – VI Domingo de Pascua. Reflexiones.

Está claro que Dios no hace distinciones

Durante los domingos anteriores, Jesús ha persuadido a sus amigos de que él había muerto y resucitado. Les aseguró que no era un fantasma, que tenía carne y huesos. Les mostró sus llagas, comió con ellos. Poco a poco los apóstoles fueron creyendo, fiándose de Jesús y confiándose a él, y se alegraban de verle. No les resultó fácil creerle resucitado. Tomás, el mellizo, se arriesgó a verificar si era verdad o no que había resucitado; finalmente tocó a Jesús y exclamó dócilmente:“Señor mío y Dios mío”.

Hoy, la primera lectura nos cuenta un enojoso “problema pastoral” de la Iglesia primitiva. Pedro, el primer Papa, debía resolverlo. Cornelio, un pagano, ciudadano romano, capitán del batallón destacado en Cesarea, hombre de oración y caritativo, se sentía seducido por el Resucitado; deseaba bautizarse e ingresar en la comunidad de los cristianos. ¿Era esto posible? Pedro dijo: ¿“Puede alguien impedir que se bauticen con agua los que han recibido el Espíritu santo igual que nosotros?”. Finalmente, movidos por el Espíritu, bautizaron a Cornelio. Más tarde, Pedro, debió informar de su decisión en Jerusalén. Y allí dijo: “Si Dios les concedió el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para estorbar a Dios? (Hch 11, 17).

La decisión de Pedro, animada por el Espíritu de Pentecostés, inaugura una Iglesia pascual, abierta; una Iglesia en salida, un pueblo para todos, como le gusta decir al Papa Francisco.

Fr. Luis Carlos Bernal Llorente O.P.
Convento de Santa Catalina (Barcelona)

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10 de Mayo–Domingo VI de Pascua /B

Evangelio según San Juan (Jn 15,9-17)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
”Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
Yo no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo: a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido, y los ha destinado para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros.”