Cantaremos – XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, Jornada Mundial de los Pobres.

La parábola de las vírgenes nos habla de vigilancia, de espera, pero más que espera de algo, espera de Alguien. El esposo se retrasa. Como cristianos esperamos la vuelta del Señor, pero no sabemos la hora exacta de su vuelta . Puede ser antes de lo que uno espera o más tarde de que se cree. Jesús más que establecer un plazo, exhorta a la vigilancia. No podemos alegar no estar informados, sino la de no estar preparados. Jesús no dice : Estad tranquilos. Advierte: Velad. No os dejéis coger de improviso. La diferencia entre las vírgenes prudentes y las sensatas está en tener o no tener aceite suficiente para cubrir el retraso del esposo. Cuando se grita diciendo que llega el esposo, ya no hay tiempo. Demasiado tarde para las necias, había que haberlo pensado antes. La fidelidad no se improvisa. En la hora, siempre sorprendente del encuentro, cuenta lo que se tiene, lo que se es, no lo que se querría .. El pecado está en despreocuparse, en eludir la cuestión fundamental por estar sumergido en preocupaciones terrenas, porque el esposo puede retrasarse, pero no dice que ya no llegará.

CANTAREMOS:

      • Somos un pueblo que camina ………..……………………….. 174
      • Te ofrecemos Señor …………………….……………………….. 186
      • Por ti Señor ………………………………………………………….. 134
      • Tan cerca de mi ……………………………………………………. 193
      • Viva Cristo ……………………………………………………………. 218