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Carta abierta de un párroco cubano a Vladimir Putin.

El presidente ruso, Vladimir Putin, en la Iglesia del Salvador, en Novo-Ogaryovo, a las afueras de Moscú. (EFE/EPA/ALEXEI NIKOLSKY / SPUTNIK / KREMLIN POOL)

Quien le escribe es un sacerdote católico cubano, párroco de la parroquia de Paula, en la ciudad de Trinidad. Desde el 24 de febrero vivo pendiente de las noticias que llegan desde Ucrania y no paro de rezar por ese sufrido pueblo, y por su propio país, por Rusia, y por los presidentes de ambos países y sus gobiernos. Pido continuamente por el cese de las hostilidades, por el regreso de la paz a esa región y al mundo. Siento mi corazón oprimido por las escenas de destrucción que veo (por internet, pues la prensa de mi país apenas refleja lo que está pasando en Ucrania) y por los relatos de las víctimas inocentes de esta guerra genocida e injusta que usted ha iniciado de manera unilateral.

Desde que se inició la contienda, me viene a la mente una fábula de Esopo que aprendí en latín cuando era un niño. Ustedes los rusos y nosotros los cubanos compartimos una herencia común que hunde sus raíces en la fe cristiana y en la cultura helenístico-romana, que dieron origen a la civilización cristiana occidental y la civilización cristiana oriental, de la que Rusia forma parte, al igual que otros pueblos eslavos. Hay un sustrato común que nos alimenta espiritualmente. La fábula de Esopo hablaba de un lobo que tomaba agua a la orilla del río, cerca de una oveja. El lobo empezó a acusar a la oveja porque le ensuciaba el agua que estaba tomando. La oveja le respondió respetuosamente: “Señor lobo yo estoy corriente abajo, y usted está arriba. Yo no le puedo ensuciar su agua”. Pero el lobo comenzó a insultar a la oveja, que se atrevió a contestarle: “Oveja me has desafiado y eso no te lo puedo perdonar”. La oveja trató de explicar que no quería ofender al lobo. De nada sirvió. El final de la historia es que el lobo se comió a la oveja.

Ustedes los rusos y nosotros los cubanos compartimos una herencia común que hunde sus raíces en la fe cristiana y en la cultura helenístico-romana

Cuando escucho sus discursos y veo los acontecimientos de las últimas semanas viene a mi memoria la fábula de Esopo. Y usted, señor presidente, es para mí el lobo que ha provocado todo esto para comerse a la oveja. El libreto estaba escrito de antemano.

Usted justificó su ataque a Ucrania basado en la idea de una futura intervención armada que se estaba fraguando en Ucrania con apoyo de la OTAN. Pero el único que estaba preparado para la guerra, con ejércitos y armamentos ampliamente superiores, era usted. Y el que en repetidas ocasiones intervino en la política interna de Ucrania fue usted. En verdad no se me oculta que la Unión Europea o más bien las Naciones Unidas cometieron un fallo fatal, y fue permitir que en 2014, contra todo derecho y sin motivo, Rusia, manu militari, se anexara Crimea y que, por los manejos de una política desleal y rapaz, usted interviniera en los asuntos internos de Ucrania, alentando el separatismo en las provincias de Donetsk y Luhansk, un plan alevosamente urdido por usted, al costo de la justicia internacional y de la paz de una nación, además de la muerte, en los últimos ocho años, de 14.000 seres humanos.

Señor presidente, cuando trato de analizar sus declaraciones y las comparo con su comportamiento no veo más que incoherencia, doblez y mala voluntad. Un viejo refrán castellano dice “que la mentira tiene las patas cortas”. Una y otra vez ha acabado haciendo lo que antes dijo que no iba a hacer. Ha mentido sin rubor, acusando a los demás de los crímenes que usted estaba planeando cometer. Usted acusó a Ucrania de armarse para la guerra pero era usted el que puso en pie y armó un ejército y lo lanzó contra un país mucho más pequeño y pobre que Rusia. Usted acusó a la Otan y a Europa de amenazar a Rusia y de tener malas intenciones contra su país, y estos no han podido manifestar más aguante y contención frente a su invasión y su guerra contra Ucrania. Fue usted, más recientemente, el que mandó poner en alerta las unidades de armas nucleares de Rusia. Los demás países han mostrado mucha mayor voluntad de paz y ningún deseo de comenzar el tortuoso e imprevisible camino de la guerra.

Señor presidente, cuando trato de analizar sus declaraciones y las comparo con su comportamiento no veo más que incoherencia, doblez y mala voluntad

En el siglo XX la humanidad se enfrentó a una situación similar a la actual: cuando un señor llamado Adolfo Hitler, investido de una conciencia de superioridad mesiánica, lanzó a su patria y a su pueblo a una guerra terrible y desastrosa. Hitler acusó a todo el mundo de querer dañar a su país y comenzó a reclamar como propios los territorios de otras naciones: así se anexó Austria (el Anschluss, en marzo de 1938) y los Sudetes (en septiembre del 38). Posteriormente, ocupó el resto de Checoslovaquia (en marzo del 39). El 1 de septiembre de 1939, la invasión de Polonia marcó el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

En usted, como en Hitler, encuentro un similar menosprecio por el derecho internacional, el mismo desprecio por la vida humana, la utilización de la mentira como arma arrojadiza contra el contrincante. Pero además, el recurso del ataque brutal e injusto para defender la pretendida seguridad amenazada de su país. Pero lo mismo que otrora en Alemania, ésta ha sido la mejor manera de sumir a su país en el caos y en el rechazo universal, y es usted el responsable de esta espiral del sinsentido que arrastrará a Rusia al abismo. Chechenia (1999), Georgia (2008), Crimea y Donbás (2014) son las distintas estaciones de un viacrucis diabólico. Pero no olvide, presidente, que la hibris (arrogancia desmedida) del poder ciega y la soberbia siembra la destrucción y la muerte. Nunca olvide que Dios confunde a los soberbios, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos” como dijo la Santísima Virgen María en el Magnificat. Leer más

Ucrania. “Shevchuk: La vida de una persona no tiene valor a los ojos del ocupante”

El Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, dedica su videomensaje, a 50 días del comienzo de la guerra, a los saqueos, al robo de cosas y de vidas que la fuerza invasora rusa sigue cometiendo en Ucrania

“La cosa robada se convierte en una brasa en las manos de aquel que la tiene en sus manos y quema esas manos”. Estas las palabras del Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Monseñor Sviatoslav Shevchuk, en su video mensaje del 14 de abril, a 50 días del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, se refieren a la reflexión que sigue proponiendo a través de los mandamientos de Dios, esta vez: “No robarás”. Saqueos, robos de cosas y de vidas que continúan haciendo las fuerzas de ocupación rusa contra Ucrania.

“Esos ladrones…”

Para el prelado ucraniano, con este mandamiento, una ley divina, el Señor Dios protege la dignidad del hombre como co-creador con Dios, como aquel a quien Dios confió su creación: “Dios protege y muestra la dignidad y el valor del trabajo humano”, del agricultor, del hacendado, del trabajador, que dispone del trabajo bendecido por Dios y del fruto de sus manos.

“Quien no honra el trabajo de su prójimo, quien no honra sus frutos, quien no honra la propiedad privada del hombre, ese nunca tendrá bienestar propio. Nunca habrá prosperidad y bienestar en un país que desprecia el bien de otra persona”, sentencia monseñor Shevchuk. Y en este contexto, testimonia como los ucranianos, entre otros crímenes, ven pisoteada la dignidad de las personas que saben obtener frutos a través de su trabajo.

“Vimos cómo los ocupantes en los alrededores de Kiev, en la región de Chernihiv, preparaban a la gente para que se muriera de hambre, les prohibían ir a los sembrados, minaban los campos y mataban cínicamente al ganado. No les permitían trabajar. Por otra parte, vimos crímenes de saqueo de guerra. Vimos cuando a los muertos, a los heridos, se les robaba todo lo que tenían. Vimos cuando la vida de una persona tenía menos valor a los ojos del ocupante, que aquello que podía robarle”, denuncia el primado de Ucrania.

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Semana Santa 2021


PROGRAMA DE SEMANA SANTA
Lunes 29 de marzo, 6:00 p.m. MISA DEL LUNES SANTO

Martes 30 de marzo, 6:00 p.m. MISA DEL MARTES SANTO

Miercoles 31 de marzo, 6:00 p.m. MISA EN HONOR DEL NAZARENO

Jueves 1 de abril, 6:00 p.m. MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR
ADORACIÓN DEL SANTISIMO SACRAMENTO
hasta las 9:00 p.m.

Viernes 2 de abril ADORACION DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
desde las 9:00 a.m hasta las 4:00 pm
LITURGIA DEL VIERNES SANTO

Sábado 3 de abril, 7:00 p.m. VIGILIA PASCUAL

Domingo 4 de abril, 12:00 m. MISA DEL DOMINGO DE LA PASCUA DE LA
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

“ Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? ”

Con del Domingo de Ramos, comienza, para la Iglesia, la semana mayor que culminará en la Vigilia Pascual-Domingo de Resurrección.

El Domingo de Ramos, con la procesión de los ramos o las palmas por la ciudad –si la pandemia lo permite-, la Iglesia conmemora su peregrinación hacia la Pascua de Resurrección.

La “doble” celebración de este día –procesión y eucaristía- reviste por un lado un ambiente festivo con la aclamación de la realiza de Cristo “Hosanna en las alturas”; (procesión de ramos), y, por otro, un ambiente de muertecrucifícalo”, (Liturgia de la Palabra de la Eucaristía).

Si en el primer evangelio se puede escuchar y sentir a todos los perdonados, curados, sanados y amados por Cristo; en el “crucifícalo” del segundo evangelio se escuchar la voz de los que quieren, (y quizá no pueden), apartar a Dios del mundo.

Quienes se unen en corifeo con la chuma del “crucifícalo”, no se percatan que, a la vuelta de una semana, la resurrección de Cristo será una realidad. Realidad visible, no solo en la naturaleza, por el nuevo crecimiento de la vida en primavera, sino porque la muerte ya no tiene lugar en este mundo: el Viviente ya no muere más, vive para siempre –Pascua Florida.

En un mundo “tan tolerante”, donde el hablar de Dios es signo retrógrado y de infantilidad intelectual, los seguidores del Resucitado tienen (tenemos) que salir a los distintos areópagos a proclamar que la vida, la resurrección, es una realidad espiritual incontestable.

Debe ser esta Santa Semana tiempo para que el cristiano confronte su proyecto de vida con el de Cristo. El asumir los triunfos y alegrías, las tristezas y las esperanzas propias, y de los demás –cirineos-, para que sean transformadas y resurgidas por y en la resurrección de Cristo en la Vigilia Pascual de la Noche Santa.

Fr. Carlos Recas Mora O.P.
Convento del Santísimo Rosario (Madrid)

26 de Marzo. V Semana de Cuaresma. Comentario Bíblico.

Soy Hijo de Dios

En los versículos previos -( evangelio según san Juan 10, 31-42) – los judíos rechazan a Jesús ¡qué raro! Hasta quisieron apedrearlo. Tenían afición a agacharse, coger piedras y amenazar con arrojarlas. A veces no se reprimían y las lanzaban contra alguien. Hay muchas escenas bíblicas con tales intimidaciones.

Estamos a las puertas de los sucesos de Semana Santa. El ambiente en torno a Jesús se caldea, se masca la tragedia. Le tenían ganas, no soportaban que se pusiese a la misma altura de Dios. Era un blasfemo. Las cosas buenas que había hecho les parecían bien, pero ser tan osado como para identificarse con Dios, era demasiado. Jesús solo había dicho: Soy hijo de Dios. Eso ya les parecía un horror. ¿Qué de quién serían ellos? A nosotros, que también tenemos conciencia de nuestra filiación divina, nos parece una maravilla. Nos da seguridad. ¡Somos hijos e hijas de Dios! ¡Qué más podemos pedir! A ninguno se nos ocurre decir que somos Dios, a lo máximo que llegamos es a decir que somos “icono de Dios” “imago Dei”, “imagen de Dios”. Hijos e hijas, en suma; ¿para qué más? Con tal de ser hijos buenos, es suficiente.  Porque todos sabemos que ¡hay cada hijo por ahí!

Jesús nunca trata de demostrar nada, simplemente mostrar sus obras, para que al menos creyeran en ellas. Lo mismo nos pasa a nosotros, nada de presumir de tales o cuales acciones, simplemente mostrarlas y que por ellas nos juzguen; y aunque a veces no son todo lo buenas que debieran, siempre queda nuestra capacidad de pedir perdón, de reconocer nuestras limitaciones, de reorientar la vida… Esta Semana Santa es un buen momento para que reorientemos, redirijamos la vida desde el alimento de la Cena última, pasando por duro doloroso camino después de estar orando en el Huerto de los olivos y caminar con Él en el Vía crucis/Vía Lucis, hasta la tumba; una tumba que pronto estará vacía, pero que rápidamente se llena de Luz resucitada, resucitadora.  “Hay una grieta en todo: así es como entra la Luz”, cantaba Leonard Cohen. ¡Ah, las grietas de la vida! Si somos fieles a Dios, no tarda en entrar la Luz.

“La luz de Dios parece que sólo puede quemar en la tierra con el aceite de nuestra vida. Sobre todo con el aceite de la justicia y del amor”.     (E. Schillebeeckx).

 El final de los versículos es genial: Quisieron apresarlo, pero Jesús se les escapó de las manos. Supo zafarse y dejarlos con las ganas. Volverían a las andas. Lo sabemos bien: los insidiosos y malvados no renuncian fácilmente a sus planes. Dentro de unos días lo veremos: Jueves y Viernes; además, cada día lo constatamos. Pero siempre hay un Sábado…, aunque a veces tarda en llegar.

Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
Casa San Alberto Magno (Madrid)

25 de Marzo. Anunciación del Señor. V Semana de cuaresma.

El anuncio de Dios a María

María recibe la noticia más importante de toda la historia de la humanidad. La noticia de que Dios, por amor, va a enviar hasta nosotros, a nuestra tierra, a su Hijo Jesús. Quiere que llegue a  modo humano, concebido en el seno de una mujer y por obra del Espíritu Santo. Y Dios elige a María para ser la madre de Jesús. En un primer momento, como no podía ser menos, María se llenó de un gran asombro, de un asombro positivo. Dios le pedía, ni más ni menos, que ser la madre de su Hijo. María, ante las explicaciones del ángel Gabriel, aceptó la oferta de Dios. “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

Durante nueve meses tuvo la ilusión de dejar nacer en su seno a su propio hijo, al hijo de Dios. Durante el resto de la vida de su Hijo, siempre, como buena madre, le llevó en su corazón. Cuando Jesús fue presentado en el Templo, les recibió Simeón y dijo a María, su madre: “Está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción; una espada atravesará tu alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones”. Cuando Jesús empezó su vida pública, a predicar su buena noticia del reino de Dios, se cumplieron las palabras de Simeón. Ciertamente una espada atravesó el alma de María, al ver que su Hijo era signo de contradicción, al ver que algunos le rechazaban y que su rechazo fue tan fuerte que le clavaron en la cruz. Cran dolor para María. Pero María siempre disfrutó del cariño, del amor de su Hijo, a la vez que Hijo de Dios. Su corazón se ensanchaba cuando veía que también mucha gente aceptaba a su Hijo, le escuchaba, le seguía… y le reconocían como su Salvador.

María, también nuestra madre, da un paso en favor nuestro. Nos ofrece que también nosotros, como ella, dejemos nacer en nuestros corazones a Jesús. Porque Jesús ha venido hasta nosotros para eso, para adentrarse y adueñarse de nuestro corazón, por lo que podemos decir con san Pablo: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”.  

En este día especial, alegrémonos con María porque el Señor ha hecho maravillas en ella, la ha hecho Madre de su Hijo. Y demos gracias a Dios porque Jesús, el Hijo de Dios, también quiere nacer en nuestros corazones. Nadie mejor que él que sea el Dueño de nuestro corazón.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

Interdire le culte catholique est une offense aux chrétiens !

Mon blâme a M. Édouard Philippe, Premier Ministre 

Interdire le culte catholique c’est une offense aux chrétiens !

Monsieur le Premier Ministre,

Voilà des semaines que la messe, les baptêmes, les mariages et les funérailles sont interdits en France. Alors que les enfants vont retourner à l’école, et que les transports publics s’apprêtent à circuler normalement, les catholiques continuent d’être privés de sacrements.

Croyez-vous que la célébration de l’Eucharistie soit une activité ludique comme une séance au cinéma ? Non ! Pour un catholique, la messe dominicale est le moment le plus important de la semaine. Interdire la libre assistance au culte représente un insupportable abus de pouvoir. Davantage encore en temps d’épidémie où les hommes cherchent à raison l’aide de Dieu.

Avez-vous conscience du déchirement que vivent les parents qui ne peuvent pas faire baptiser leurs enfants ?  Considérez-vous l’inquiétude des pécheurs à qui l’on interdit de recevoir le pardon de Dieu dans le sacrement de la confession ? Et que faites-vous de la détresse des personnes âgées isolées à qui vous refusez le réconfort de se retrouver en paroisse ?

Les évêques de France ont été nombreux à vous faire part de leur légitime indignation et vous feriez bien de les écouter. Vous devriez rétablir l’ordre dans les banlieues – où les délinquants jouissent en ce moment même d’une incroyable impunité – plutôt que de pourchasser les catholiques dans les églises comme l’ont fait des policiers à Paris le 19 avril dernier.

Monsieur le Premier Ministre, la France n’est pas la République populaire de Chine : ne suivez pas les méthodes de Xi Jinping. Les catholiques de France vous disent : « Maintenant, stop ! Ça suffit ! » Ecoutez-les !

Monseñor Mario Moronta alerta sobre la “islamización” de Venezuela

Moneñor Moronta

La Prensa del Táchira reseña que en una extenso escrito, el Obispo de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, volvió a alertar que se avecinan tiempos más oscuros para la República ante la imposición del estado Comunal y el proceso de “islamización” a partir del 2021.

“Con la nueva Asamblea Nacional que, nos guste o no, legítima o no (no para ellos) se impondrá en el 2021 el inicio del nuevo Estado: el “comunal”, con la desaparición definitiva de todo lo que huela a “cuarta república” y al pasado. Comienza la nueva etapa, la consolidación de la revolución, sin necesidad de mucho esfuerzo. Tal como lo había adelantado Chávez”, dijo Moronta.

Asegura Monseñor que el proyecto que van poner en práctica eliminará la Asamblea Nacional, los municipios, concejos municipales y cualquier tipo de organización social que aparezca en el ordenamiento jurídico venezolano. “Hasta se cambiarán algunos nombres, por ejemplo el de “parroquia” cuyo origen es eclesiástico”.

Así mismo, denunció que la excesiva presencia de iraníes en Venezuela, llevaría al país hacia un proceso de “islamización” lo que puede generar mayores consecuencias en el futuro. “Hace 10 años se calculaba en 12 mil iraníes operando en el país en áreas específicas.

Monseñor Mario Moronta expone que a los iraníes poco les interesa los recursos venezolanos, porque su mayor interés es establecer una base estratégica de carácter geopolítico. “Venezuela se convierte de forma “pacífica” en un partner de Irán, lograron sin mucho esfuerzo un espacio de penetración en un lugar privilegiado de América Latina”.

Agrega que la llamada revolución bolivariana va cumpliendo su hoja de ruta, con sus motores de la revolución, la propuesta de avanzar en la fecha del 2021 implementando un sistema que lamentablemente, está en vísperas de imponerse.

“Si de verdad somos serios y sinceros en nuestro proceder, considero que hay que hacerlo? es tarde para revertir quizás lo que nos viene. Pero no es tarde si pensamos en la necesidad de prepararnos mejor para enfrentar algo que ya tenemos a la vuelta de la esquina”, alertó el representante de la Diócesis de San Cristóbal.

Destruir la industria petrolera es parte del plan
Moronta del Valle explica que en la hoja de ruta del proceso del estado Comunal está la destrucción de la industria petrolera. “La única manera de cambiar la sociedad es destruyendo el aparato productivo, en este caso la industria petrolera, esto para que renazca la nueva Venezuela que se convertirá en potencia, pero desde “el poder popular”.

“En el caso de Venezuela, esto está clarísimo. Nos quejamos pero no pasamos de allí, lamentablemente: nos quejamos de que no hay gasolina, de que los servicios públicos no sirven, de que no hay gas, etc. Y nos quejamos de que en puestos claves parece colocarse “gente incapaz”. En el fondo es parte de la política ideologizada para destruir el Estado e imponer en su debido momento el Estado Comunal a partir del 2021″.

Prosigue en el comunicado, el Obispo eleva las alertas al indicar que desde Chávez y hasta los que figuran en el alto poder, tienen como objetivo aplicar la estrategia “Gramsciana” que está en curso para terminar de imponer el sistema hegemónico y totalitario en el 2021.

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YO ESTUVE EN EL ACTO DE EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS MORTALES DEL DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ.

El viernes pasado me llamaron para pedirme el numero de cédula… El sábado por la mañana me llegó una señora a preguntarme por la talla de mis zapatos. Despues de responderle, que mis zapatos son talla 43, la señora me entregó unos zapatos de trenzas negros nuevecitos, talla 43… Muy pronto iba a saber por qué Dios me mandaba esos zapatos…  El mismo sábado por la mañana me llegó la invitación (personal e intransferible) al acto del día de hoy 26 de octubre de 2020, 156 aniversario del nacimiento del Dr. José Gregorio Hernández, en la Iglesia parroquial de N.S. de la Candelaria… Unos vecinos ofrecieron organizarme el traslado… La Providencia no me faltó…

Un acto hermosísimo, emocionante… Concluida la interpretación por el coro de la “Canción del alma que se huelga de conocer a Dios”, letra de San Juan de la Cruz y música de Francisco Rodrigo, el Cardenal Baltazar Porras inició la Liturgia… Después del canto del “Veni Creator Spiritus”, canto gregoriano del Siglo XIX por el cual se invoca el Espiritu Santo, se constituyó el Tribunal encargado de la exhumación, compuesto por el mismo Cardenal, el Promotor de Justicia de la Arquidiócesis de Caracas, la Notario y su adjunto, tres médicos anatomopatólogos, tres médicos antropólogos forenses, una médico odontólogo forense y seis empleados de la Funeraria Vallés. Proclamado el Evangelio por el Diácono, el Cardenal pronunció una breve homilía, en la cual aclaró, que la exhumación no tiene un sentido de muerte y sepultura, sino más bien un sentido de resurrección: El Dr. José Gregorio Hernández esta vivo, ¡intercede por nosotros ante el Señor! En seguida, fue leída el acta de la exhumación precedente, cuando los restos mortales del Dr. José Gregorio Hernández fueron trasladados del Cementerio General del Sur a la Iglesia parroquial de N.S. de la Candelaria, el 23 de octubre de 1975. A continuación, el Cardenal hizo acto de presencia en la antigua Capilla del Bautisterio de la Iglesia, y ordenó a los albañiles abrir el sepulcro… Extraída la pequeña urna con los restos mortales, fue colocada en andas, y trasladada procesionalmente al presbiterio de la Iglesia, entre tanto un conjunto de música criolla y el coro interpretaban algunos números de música venezolana… Colocada la urna en una mesa delante del Altar, fue abierta y brevemente inspeccionada por los médicos… Después del canto del himno “Te Deum laudamus”, cuya letra se atribuye a San Ambrosio de Milán, rindió honores al sepulcro el Cardenal Jorge Urosa, Arzobispo emérito de Caracas, en vivo… se vieron en las pantallas algunos videos de Obispos del interior del país rindiendo honores… y el Sr. Nuncio Apostólico, Mons. Aldo Giordano, presente en el acto, hizo lo propio, transmitiendo el saludo del Santo Padre, el Papa Francisco… Cantado el Padrenuestro, el Cardenal Porras impartió la bendición apostólica e indulgencia plenaria a los presentes, extensiva a quienes seguían el acto por radio, televisión y las redes sociales, según los cálculos unas 15.000.000 de personas,  dentro y fuera del país…

Los médicos disponen ahora de algunos días para realizar su trabajo y elaborar su informe… con lo cual ya queda despejado el terreno para el acto de la Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, previsto para el año próximo… ¡Alabado sea Dios!

Pbro. RAMÓN VINKE.- 26 de octubre de 2020.