Autor: alberto

Cantaremos – III Domingo de Adviento /A

El Bautista, hombre de Antiguo Testamento, está desconcertado porque tenía puestas sus esperanzas en Jesús, pero parece como si las cosas no fueran lo deprisa que los apocalípticos desean. Jesús le dice que está llevando a cabo lo que se anuncia en Is 35, y asimismo en Is 61,1ss. Jesús está movilizando esa caravana por el desierto de la vida para llegar a la ciudad de Sión; está haciendo todo lo posible para que los ciegos de todas las cegueras vean; que todos los enfermos de todas las enfermedades contagiosas del cuerpo y el alma queden limpios y no destruidos y abandonados a su suerte. El reino que anuncia, y al que dedica su vida, tiene unas connotaciones muy particulares, algunas de las cuales van más allá de lo que los profetas pidieron y anunciaron.

Finalmente añade una cosa decisiva: ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí! (v.6). Esta expresión ha sido muy discutida, pero gran mayoría de intérpretes opina que se refiere concretamente al Bautista. Ésa es la diferencia con Juan, por muy extraña que nos parezca; porque entre Jesús y Juan se dan diferencias radicales, a pesar del elogio tan manifiesto de nuestro texto (vv.9-10): uno anuncia el juicio que destruye el mal (como los buenos apocalípticos) y el otro (como buen profeta) propone soluciones. Ésa es la verdad de la vida religiosa: los apocalípticos tiene un sentido especial para detectar la crisis de valores, pero no saben proponer soluciones. Los profetas verdaderos, y Jesús es el modelo, no solamente detectan los males, sino que ofrecen remedios: curan, sanan, ayudan a los desgraciados (culpables o no), dan oportunidades de salvación. Nosotros hemos tenido la suerte de nacer después de Juan y haber escuchado las palabras liberadoras del profeta Jesús.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

Hoy, cuando campea la mentira y se impone la injusticia, es a los seguidores del Señor, a quienes le toca desenmascarar la mentira, erradicar el odio y la exclusión, luchar contra la pobreza y la carencia de los elementales derechos humanos. Hay entre nosotros muchos atrapados por ideologías que en realidad no tienen nada que ver con la doctrina del reino de Dios enseñada por Jesús. Ciertamente no será “una caña agitada por el viento” la que se atreva a denunciar engaños y opresiones, a pedir la libertad de los cautivos y exigir el respeto a la dignidad de todo hombre, hechura de Dios.

Julie Meucci

CANTAREMOS:

      • Ven Salvador ……………………………………….. 215
        • Señor ten piedad
      • Adviento, Ven Salvador …………………………. 227
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Oh Emmanuel del mundo ………………………. 266
      • Ven a nuestro mundo ……………………………. 271
      • Corre caballito ……………………………………… 232

11 de Diciembre – III Domingo de Adviento /A

Evangelio según san Mateo (Mt 11,2-11)

En aquel tiempo, Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las obras de Cristo, le mandó preguntar por medio de dos discípulos: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

“Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí”.

Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: “¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta? Sí, yo se lo aseguro; y a uno que es todavía más que profeta. Porque de él está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y te prepare el camino.

Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él”.

El Vaticano, el diálogo y la gente

Alberto Arteaga Sánchez.

Como ciudadano, como pueblo o, simplemente, formando parte de la Iglesia y de la gente común y corriente me pregunto: ¿qué significa para nosotros el diálogo?; ¿cuál es el papel del Vaticano?, y ¿qué podemos esperar en estos duros momentos de necesidades extremas que no nos amenazan, sino que ya han tomado cuerpo en la más cruda realidad?

Todos los días somos actores y testigos de la tragedia en la que se ha convertido nuestra vida, pendientes y en busca de la medicina que nos han recetado con tres o cuatro denominaciones farmacológicas escritas en récipes arrugados y amarillentos, en ejercicio de inútil repetición en todas las farmacias a nuestro alrededor y con la misma respuesta: “No hay”; los alimentos suben de precio en forma permanente; los sueldos no cubren las necesidades básicas; y las cantidades de billetes que se alojan en nuestros bolsillos nada compran de lo poco que se ofrece.

Niños con padecimientos crónicos y graves con madres desesperadas; indigentes que deambulan por las calles a la caza de algún alimento; instituciones de caridad a punto de cerrar sus puertas, pero confiando en la Providencia, que no desampara; la violencia y la inseguridad haciendo de las suyas en una ciudad sin ley y sin justicia.

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Misas de Navidad y Año Nuevo 2017

Parroquia San Andrés Apostol

Misas de Navidad y Año Nuevo 2017

Capilla La Milagrosa, Calle Norte 1,, Urb El Placer, Caracas. Tf: 0212-962.00.31

Sábado, 24 de Diciembre   7:00 p.m.

MISA DE NOCHEBUENA

Domingo, 25 de Diciembre 12:00 m

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Lunes, 26 de Diciembre      6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR

Martes, 27 de Diciembre    6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA

Miércoles, 28 de Diciembre 6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES

Jueves, 29 de Diciembre      6:00 p.m

MISA DE LA V FERIA DE LA OCTAVA DE NAVIDAD

Viernes, 30 de Diciembre      6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS,MARÍA Y JOSÉ

Sábado, 31 de Diciembre   5:00 p.m

6:00 p.m.          

HORA SANTA

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA,MADRE DE DIOS

Domingo, 1º de Enero      12:00 m.

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA,MADRE DE DIOS

Programa Parroquia San Andrés Apóstol. Misas de Aguinaldos.

Parroquia San Andrés Apóstol

Programa de misas de Navidad y Año nuevo 2018

Misas de Aguinaldos

 

Viernes, 15 de Diciembre
6:00 p.m
Calle Loma Larga, Qta Cala de Agua, Urb. Los Guayabitos
Sábado, 16 de Diciembre
6:00 p.m
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo, 17  Diciembre
12:00 m.
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Lunes, 18 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 3, Qta Alborada, Urb. El Placer
Martes, 19 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 3. Qta Piluquita, Urb. El Placer
Miércoles, 20 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 6, Qta Lejanía, Urb. El Placer
Jueves, 21 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sta. Isabel con Calle San Antonio Qta. Punto Alto 14
Urb. Monte Elena
Viernes, 22 de Diciembre
5:00 p.m
Casa San Enrique de Ossó, Urb. Villa Laura
Sábado, 23 de Diciembre
6
:00 p.m
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo, 24  Diciembre
12
:00 m
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO

Cantaremos – II Domingo de Adviento /A

El Reinado de Dios nos pide un cambio de mentalidad.

El texto de Mateo propone los elementos en el que podían coincidir: “convertíos porque ha llegado el reinado de Dios”. Esta expresión es cristiana por los cuatro costados, aunque el redactor ha querido incardinar estrechamente a Juan el Bautista con el proyecto y mensaje de Jesús de Nazaret. La “conversión” ( metánoia ) sí es coincidente. Pero debemos estar atentos a no entender esta expresión simplemente como “hacer penitencia”. Es algo más radical y profético: es un cambio de mentalidad de mucho alcance, que sin duda Juan proponía a sus seguidores frente al judaísmo oficial. El que no predicara en Jerusalén, ni en el templo (como tampoco hizo Jesús normalmente) muestra esa radicalidad apocalíptica que algunos han comparado con los sectarios judíos de Qumrán. No está claro que Juan perteneciera a esa secta. pero. podía haberse dado algunos contactos. Elegir el desierto y el Jordán para el bautismo era como querer vivir la experiencia de un nuevo éxodo, de una nueva entrada en la tierra prometida, de recomenzar las relaciones con Dios con una nueva vivencia de alianza. Estos símbolos no son despreciables significativamente. y por eso Jesús se acercó a Juan que tenía fama de profeta entre el pueblo sencillo.

El caso de Juan es típico del hombre que está en desierto, que anhela una historia nueva y renovada, pero que usa para ello las armas propias de los apocalípticos: el hacha que corta la raíz, que destruye para renovar ¡Eso asusta! En todo caso, sus discurso es absolutamente teológico -desde la teología de un evangelio tan característico como el de Mateo -; de nada vale ser un hijo de Abrahán, tener el privilegio de pertenecer al pueblo escogido como los fariseos y saduceos que venían a bautizarse, porque Dios puede hacer hijos de Abrahán de las piedras. Efectivamente, el que debe venir, traerá el Espíritu, y con el Espíritu, todos pueden tener el privilegio del que se habían adueñado unos pocos. Y eso vuelve a repetirse siempre en los ámbitos institucionales religiosos. Es necesaria una conversión radical para que lo santo tenga sentido. Juan no tenía, así lo confiesa, las soluciones a mano; pero él sabe que Dios sí las tiene, y así las propone por medio de Jesús. La conversión, en este caso, es lo mismo que Isaías manifestaba en torno al “conocimiento de Dios”. Con Juan se cierra el Antiguo Testamento, desde la visión cristiana; con Juan acaba la historia de privilegios que el judaísmo oficial había montado en torno a lo santo y lo profano. El solamente diseña la última posibilidad de subsistir: un cambio, una nueva mentalidad, un nuevo rumbo, porque a partir de ahora Dios no va a dejarse manejar de cualquier manera.

 Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

4 de Diciembre – II Domingo de Adviento /A

Evangelio según san Mateo ( Mt 3,1-12)

En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.

Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.

Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.

Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han convertido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.

I Domingo de Adviento . Vigilancia y discernimiento

III.1. El evangelio del día (en el ciclo de Mateo que comienza hoy) nos ofrece un pasaje del último discurso de este evangelista, de los cinco que estructuran su obra (5-7; 10; 13; 18; 24-25), que en realidad es el equivalente de Mc 13, conocido como discurso apocalíptico. De alguna manera se quiere hacer una unión con el penúltimo domingo del año litúrgico. Y es que el Adviento parte de la experiencia de una historia gastada, agotada, y apunta a una esperanza nueva e inaudita: la esperanza de un salvador que traiga luz, justicia y paz a los hombres. Un juicio sobre nuestras acciones, un discernimiento más bien, es algo que está presente en la proclamación profética y que cobra tintes más dramáticos en los profetas de tendencia apocalíptica. Este mundo, piensan, no puede seguir así y Dios tiene que tomar las riendas de la historia humana, como en el tiempo de Noé y el diluvio. Sobre esta comparación está montada la parte del discurso que quiere trasmitir a los cristianos, en nombre de palabras de Jesús, la necesidad de la “vigilancia”.

III.2. En la prehistoria de Israel, el diluvio universal es todo un mito simbólico que prepara adecuadamente la aparición de un tiempo nuevo: la llamada de Abrahán, el padre del pueblo, el creyente que confía en Dios. Los once primeros capítulos del Génesis narran cómo la humanidad busca su identidad al margen de su creador y está a punto de perderse por la maldad y la arrogancia. Parece como si la obra que había salido de las manos de Dios hubiera perdido su sentido. Los hermanos no se respetan, se matan y la humanidad se pervierte perdiendo su chispa divina. La “historia” o narración del diluvio, no obstante, pone como símbolo un “resto” que pueda garantizar un futuro mejor. Es evidente que la historia, nuestra historia, necesita ser siempre renovada. Eso es lo que buscan los hombres de todas las religiones y tendencias. Y eso es lo que se propone también con este tipo de discurso, producto de una mentalidad apocalíptica, que no es lo más característico de Jesús, sino más bien de una comunidad, como la de Mateo, en la que permanecen muchas concepciones del judaísmo.

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27 de Noviembre – I Domingo de Adviento /A

Evangelio según san Mateo (Mt 24,37-44)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.

Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.