Autor: alberto

18 de Octubre – XXIX Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Marcos (Mc 10,35-45)

En aquel tiempo [se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
–Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte.
Él les dijo:
–¿Qué es o que desean?
Le respondieron:
–Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:
–No saben lo que piden, ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?
Le respondieron:
–Si podemos.
Y Jesús les dijo:
–El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: (en la fórmula abreviada: reuniendo a los Doce, les dijo:)
–Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario : el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor; y el que quiera ser el primero, que sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida por la redención de todos.

Sin hebreos y musulmanes, no puedo ser cristiano.

Flora Crescini

24/06/2015

Padre Pizzaballa.

Padre Pizzaballa.

Viernes 19 de junio, Aula Magna en la Universidad Bicocca de Milán; a la una está prevista la intervención del padre Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, sobre “Los monoteísmos, a prueba”. El encuentro está organizado por el Centro Pastoral Carlo Maria Martini. Falta media hora y la inmensa sala todavía está vacía. Entran algunas personas vestidas de negro que, con cara de duda, miran los asientos vacíos y parece que estén preguntándose si en los minutos que quedan se llenarán. En algunos rostros se percibe el miedo a haber elegido un aula demasiado grande.
Cuando quedan diez minutos, entra un grupo de estudiantes y toman asiendo. Poco a poco se ha formado una fila de gente (jóvenes y no tanto) que parece no tener fin. A la una la sala está llena. Alguno se toma la molestia de contar a los presentes: 713. En plena época de exámenes, profesores, estudiantes y muchas personas ajenas al ateneo han sacado tiempo para escuchar al padre Pizzaballa.

En la mesa, junto al Custodio, Marco Cianci, el capellán de la universidad; Cristina Messa, la rectora; Giorgio Vittadini, profesor de estadística; mons. Pierantonio Tremolada, obispo auxiliar de Milán; y Elena Bolognesi, de la revista Tierra Santa, que empieza diciendo que normalmente, en la universidad, los alumnos y también los profesores piensan en los exámenes, en graduarse lo antes posible. Sin embargo, el estudio es provechoso cuando permite entender el mundo y la realidad.

Las primeras palabras del padre Pizzaballa son para decir que el tema es sencillo y complejo al mismo tiempo. En Oriente Medio el elemento religioso coincide con el elemento identitario, en un doble sentido: las identidades se definen por las pertenencias religiosas, y el elemento religioso no puede separarse del civil. Pone dos ejemplos: Siria y Tierra Santa. Hasta hace 5-6 años, Siria era el símbolo de la convivencia inter-étnica e inter-religiosa. Se trataba de una convivencia natural, no siempre pacífica, pero que se mantuvo durante décadas. Ahora toda eso ha saltada por los aires a causa de la guerra o, mejor dicho, de las guerras. Una guerra contra la minoría chií, una guerra contra Assad, una guerra en la que tienen un papel ambiguo otros países, como Turquía, que deja 900 kilómetros de frontera abiertos a la entrada de armas y guerrilleros. Después de siglos en que las diversas experiencias religiosas han convivido y crecido, se quiere volver al califato y al principio, de memoria europea, del cuius regio, eius religió.

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Niños en situación de riesgo de Vargas tienen un aliado.

El Nacional – DALILA ITRIAGO – 13 DE OCTUBRE 2015 – 12:01 AM

En 1999 la montaña se vino abajo y arrasó con la costa de Vargas. Con la misma fuerza de la naturaleza nació en el sector Las Tunitas, Catia La Mar, la Casa Hogar Padre Luciano. Su vocación es de siembra y arraigo, y tiene el propósito de dar cobijo, alimentación y educación a niños de entre 0 y 12 años de edad.

PbroLucianoEl padre salesiano Luciano Costalunga, oriundo de la provincia de Verona, Italia, fue párroco de la iglesia María Auxiliadora de Las Tunitas entre 1986 y 1991. Conocía los problemas de la comunidad y había observado cómo la lluvia destrozó cientos de casas. Por ello, le confió a su grupo de catequistas la urgencia de crear un proyecto de ayuda para los más necesitados: los niños huérfanos.

Con esa inquietud viajó a Italia. Les comentó la iniciativa a familiares, así como al sacerdote de su pueblo, en Verona. Gracias a la ayuda que recibió de ellos y de su amigo Mario Fochesatto, Costalunga compró “un rancho pequeñito de cuatro tablas”, en Las Tunitas. Luego, gracias a “la divina misericordia” y al aporte de la empresa privada, la casa inicial fue sustituida por una infraestructura más espaciosa, añade.

Zenaida Noguera, directora de la institución, refiere que en 15 años de trabajo han atendido a cerca de 100 niños. No se ufanan por las cifras. Al contrario, lamentan que el espacio físico solo les permita ofrecer una atención de calidad a un máximo de 20 niños.

“Buscamos que ellos sientan que esta es su casa, su familia. Acá los alimentamos, los vestimos, les garantizamos sus estudios y les damos mucho amor porque nos mueve la vocación de servicio. De hecho, las seis personas que laboran acá lo hacen de manera voluntaria”, indica Noguera,  maestra de preescolar.

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11 de Octubre–XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 10,17-30)

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó un hombre corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:
–Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le contestó:
–¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno sino sólo Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honrarás a tu padre y a tu madre.
Entonces él le contestó:
–Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven.
Jesús se le miró con amor y le dijo:
– Solo una cosa te falta: Ve, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres  y así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme.
Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo entonces a sus discípulos:
–¡Qué difícil les va a ser a los ricos, entrar en el Reino de Dios!
Los discípulos se quedaron sorprendidos ante estas estas palabras; pero Jesús insistió:
–Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.
Ellos se asombraban todavía más y comentaban entre sí:
–Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús mirándolos fijamente  les dijo:
–Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible.
Entonces Pedro le dijo a Jesús:
–Señor ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte. Jesús le respondió:
–Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir en esta vida, el ciento por uno en casas , hermanos , hermanas , madres , hijos y tierras, junto con persecuciones, y en en el otro mundo, la vida eterna.

Cantaremos – Domingo XXVI del Tiempo Ordinario/B

Esta enseñanza del evangelio de hoy pone de manifiesto que la praxis cristiana no puede defenderse como exclusivismo y como independencia absoluta. Todos los hombres son capaces del bien, porque todos los hombres han recibido los dones de Dios. Por lo mismo, allí donde se trabaja por los demás, donde se abren las puertas a los hambrientos y los sedientos, aunque no conozcan al Dios de Jesús, allí los cristianos pueden participar sin exigir garantías jurídicas que justifiquen sus compromisos. La comunidad cristiana, la Iglesia, no debe presentarse como el “gheto” de los salvados o redimidos con criterios de puritanismo y legalismo, porque esta promesa es para todos los hombres. (Fray Miguel de Burgos Núñez Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura)

El ser humano es obra del inmenso amor creador de Dios. Así que por pequeño que sea el hombre, lleva en sí la grandeza de ser amado por Dios. Jesús da gracias al Padre, por sus discípulos y se refiere a ellos, como “los pequeños que creen en mi”. Y es que la grandeza del hombre sólo radica en la dignidad que le da el mismo Señor. Para Jesús, las obras buenas y también las malas son consideradas como hechas a él mismo.  Es por eso que sus palabras  son una seria advertencia para quien quiera aprovecharse de la buena fe de sus discípulos.  El Señor dice que es mejor morir ahogado con una piedra de molino atada al cuello, antes que escandalizar a uno de sus discípulos que creen en él. (Julie Meucci)

 

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Una espiga
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Señor Tu eres nuestra luz
      • Si me falta el amor
      • Viva Cristo

27 de Septiembre – XXVI Domingo del Tiempo Ordinario/B

Evangelio según san Marcos (MC 9,38-43.45.47-48)

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús:
–Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros se lo prohibimos.
Pero Jesús le respondió:
–No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros está a nuestro favor.
Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua, por el hecho que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedra de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna que ir con las dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado , córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo.
Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

20 de Septiembre – XXV Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 9,30-37)

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
–El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará.
Pero ellos no entendían aquellas palabras, y tenían miedo de pedir explicaciones .
Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó:
–¿De qué discutían por el camino?
Pero ellos se quedaron callados,porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
–Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
–El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado.

Cantaremos–XXIV Domingo del Tiempo Ordinario /B

El reproche de Jesús a Pedro, uno de los más duros del evangelio, porque su mentalidad es como la de todos los hombres y no como la voluntad de Dios, es bastante significativo. Jesús les enseña que su papel mesiánico es dar la vida por los otros; perderla en la cruz. Eso es lo que pide a los que le siguen, porque en este mundo, triunfar es una obsesión; pero perder la vida para que los otros vivan solamente se aprende de Dios que se entrega sin medida. El triunfo cristiano es saber entregarse a los demás. No sabemos si Jesús pudo hablar directamente de cruz o estos dichos están un poco retocados en razón de lo que ocurrió en Jerusalén con la muerte histórica de Jesús siendo crucificado bajo Poncio Pilato, quien decidió esa clase de muerte. Pero Jesús sí que contaba ya con la muerte, no veía otra salida.

Por eso, la cruz, en los dichos, es la misma vida. Nuestra propia vida, nuestra manera de sentir el amor y la gracia, el perdón y la misericordia, la ternura y la confianza en la verdad y en Dios como Padre. Eso es “una cruz” en este mundo de poder y de ignominia. La cruz no es un madero, aunque para los cristianos sea un signo muy sagrado. La cruz está en la vida: en amar frente a los que odian; en perdonar frente a la venganza. Esa es una cruz porque el mundo quiere que sea una cruz; no simplemente un madero. La cruz de nuestra vida, nuestra cruz (“tome su cruz”, dice el dicho de Jesús), sin pretender ser lo que no debemos; sin vanagloriarnos en nosotros mismos. La cruz es la vida para los que saben perder, para los que saben apostar. Por eso se puede hablar con sentido cristiano de “llevar nuestra cruz” y no debemos avergonzarnos de ello. No porque nuestro Dios quiera el sufrimiento… pero el sufrimiento de los que dan sentido a su vida frente al mundo, viene a ser el signo de identidad del verdadero seguimiento de Jesús.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS :

      • Cantando la alegría de vivir …………………………………….93
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
        • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Con nosotros está …………………………………………………45
      • Quién es ese ……………………………………………………… 145
      • Viva Cristo ………………………………………………………… 218

13 de Septiembre – XXIV Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 8,27-35)

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta:
–¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos le contestaron:
–Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros que Elías; y otros, que alguno de los profetas. Entonces él les preguntó:
–Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?
Pedro le contesto:
–Tú eres el Mesías.
Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
Y luego se puso a explicarles:
–Que era necesario que el Hijo del Hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día.
Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos reprendió a Pedro con estas palabras:
–¡Apártate de mi, Satanás ! ¡Tú no juzgas según Dios, sino según los hombres.
Después llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo:
–El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi y por el Evangelio, la salvará.