La Lucidez de los Intelectuales

La Lucidez de los IntelectualesEn un país como el nuestro en el que se recurre con tanta frecuencia a la emotividad y se deja de lado la racionalidad es necesario recuperar la sensatez. Causa estupor ver la forma reiterada como nuestros gobernantes niegan la realidad: “aquí no hay crisis humanitaria”, “es una campaña exagerada decir que no hay medicamentos ni alimentos”. Y, la propaganda oficial recurre reiteradamente a achacar todos los males “a otros”. “Hay que tomar en serio el fenómeno del Niño”, y nos castigan con los recortes diarios de electricidad, pero lo cierto es que el sistema eléctrico nacional se ha descuidado, mejor dilapidado, y sólo se espera que la naturaleza nos socorra con más lluvia para que la represa del Guri haga el milagro de no dejarnos a oscuras.

En la reciente Feria del Libro de Madrid, Adela Cortina, catedrático de ética, y Francesc de Carreras, catedrático de derecho constitucional, conversaron sobre política, corrupción, ética, medios de comunicación y nuevas tecnologías. Me limito a tomar algunas de sus reflexiones e invito a los lectores a que las apliquen a nuestra pedestre realidad.

Adela Cortina rescató de la noche de los tiempos aquella reflexión del inolvidable/imprescindible Perich en aquel librito de cachondeos filosóficos titulado Autopista editado en 1970, y en la que decía: “dicen que la velocidad de los vehículos es cuestión de caballos en el motor pero yo creo que es cuestión de burros al volante”. Esto, retroactiva pero definitivamente, serviría para explicar muchas de las cosas que están pasando hoy. “Lo esencial en esta sociedad de conectividad es la formación del sujeto moral y el respeto a la dignidad humana”, dijo, y añadió: “La cuestión, en efecto, es quién lleva el volante. Si es alguien que domina perfectamente internet, el uso de los últimos móviles y de las últimas tecnologías pero es alguien absolutamente inmoral, pues hará toda suerte de barbaridades”. Y de ahí lo de los caballos y los burros.

Para Adela Cortina existe una “asimetría” esencial: la que consiste en que “la globalización tecnológica no se ha visto acompañada de una globalización moral ni política que nos permita responder a los problemas”. “Gracias a los avances en las tecnologías de la comunicación por fin se ha podido hacer realidad el mundo cosmopolita que soñaron los estoicos, pero el mal uso de ellas incrementa las desigualdades”.

Ambos coincidieron en señalar el deterioro del interés por las humanidades y el progresivo ninguneo administrativo y gubernamental de su enseñanza como una lacra. Así lo ve el catedrático de la Autónoma de Barcelona: “El conocimiento cultural va desapareciendo. Un ejemplo es que la filosofía se ha convertido en una materia optativa en la enseñanza secundaria, y eso es grave. Estamos en una crisis cultural en la que no hay respuesta alguna por parte de los intelectuales y de los universitarios”. Y Adela Cortina remachó: “Un país que quiere ser desarrollado tiene que cuidar las humanidades como a la niña de sus ojos, porque el desarrollo humano no es el PIB… también lo son la cultura y la dignidad”. La democracia es sobre todo controles, las elecciones son un control… lo que pasa es que los políticos han perdido credibilidad porque se ha generalizado el político corrupto”. El que tenga oídos, que oiga.

Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo

http://reportecatolicolaico.com/2016/07/la-lucidez-de-los-intelectuales/