Día: 24 de junio de 2011

¿Por qué canta el Coro de la Parroquia San Andrés Apóstol de la Urb. El Placer?

¿Por qué canta el Coro de la Parroquia San Andrés Apóstol de la Urb. El Placer?

Porque la mejor manera de comunicar es cantando.
Porque no hay mayor estímulo de unión para una comunidad que el canto.
Porque no tenemos una forma más bonita de decirle a Dios cuánto lo amamos.

El nuestro es un Coro litúrgico, y como tal pone de manifiesto el objetivo del culto cristiano. La música sagrada tiene el mismo fin que la liturgia: la gloria de Dios y la santificación de los fieles. Cantando aumentamos la fe y hacemos más viva nuestras celebraciones. Cuando el hombre entra en contacto con Dios, las palabras se le hacen insuficientes, y no encontrando mejor manera de expresarse, lo hace cantando. Nuestra fe no es sólo asunto personal, sino que somos parte de una comunidad, y el canto es el signo, que pone de manifiesto nuestro sentir en común. Pareciera que cantando unidos nos sentimos más cerca de Dios y más cerca de nosotros mismos.

El Coro de la Parroquia acompaña con estricto rigor las celebraciones vividas en nuestra Parroquia. Cada tiempo litúrgico -Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Pentecostés, Corpus Christi- cuenta con su respectivo repertorio musical que encarna el sentido del tiempo. Nuestros cantos acompañan fielmente la liturgia de cada ocasión, ayudando de esta manera -con melodías y palabras cantadas- a llegar allí donde por cualquier razón no llega la palabra hablada. La intención no es suplantar la comunidad, sino animarla y darle un soporte a su participación. Por lo demás, somos un grupo, que comparte y celebra la amistad, las alegrías y las penas con solidaridad. Acompañamos con la música nuestra vida.

Anímate y entra a formar parte de este Coro, que canta con alegría la grandeza y el amor de nuestro Dios.

“La música en la Iglesia surge como un carisma, como un don del Espíritu, es la nueva lengua que procede del Espíritu” (Cardenal Joseph Ratzinger).

Julie Meucci M.

26 de Junio. Domingo, Santisimo Cuerpo y Sangre de Jesucristo.

Evangelio según San Juan ( Jn 6,51-58 )

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judios: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.

Entonces los judios se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?”

Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron.

El que come de este pan vivirá para siempre”.