Día: 7 de octubre de 2011

Este domingo cantaremos

Sin silencio interior no se puede escuchar a Dios, reconocer su presencia en nuestra vida y crecer desde dentro como hombres creyentes. La parábola de Jesús es una grave advertencia. Dios no cesa de llamarnos, pero, lo mismo que los invitados del relato, seguimos cada uno, ocupados en nuestras cosas, sin escuchar su voz y sin dar respuesta……

Cantaremos:

  • El Señor nos llama y nos reune…272
  • Señor ten piedad- Gloria- Antífona- Aleluya
  • Señor del Universo…170
  • Te conocimos al partir el pan…194
  • A comer tu pan
  • Tomado de la mano…191

9 de Octubre. Domingo XVIII del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según San Mateo (Mt 22,1-14)

En aquel tiempo,volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: “El reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.

Envió de nuevo a otros criados que les dijeran:”Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda”. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo y los demás se le echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron.

Entonces el rey se llenó de cólera y mandó a sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego les dijo a sus criados:’ La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden a todos los que encuentren’. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.

Cuando el rey entró a saludar a los convidados vió entre ellos a un hombre que no iba vestido en traje de fiesta y le preguntó: ‘Amigo,¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?’. Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados:’Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos”.