Día: 21 de septiembre de 2013

Cantaremos. 22 de Septiembre-XXV Domingo del Tiempo Ordinario/C

Primera lectura: (Amós 8,4-7)

La perícopa que proclamamos hoy puede titularse: oráculos contra los explotadores. El reinado de Jeroboam II fue un paréntesis de prosperidad para Israel. Pero la prosperidad económica no significa siempre prosperidad ética y moral. El lujo de unos pocos se conseguía a costa de los pobres. Los jefes, terratenientes y comerciantes prosperaban y se enriquecían injustamente. Los jueces se habían puesto de parte de los ricos, dejándose sobornar en perjuicio de los pobres. Religiosamente, no era mejor la situación.
Escuchad esto los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables… Es importante, entre los profetas, el valor que tiene en su mensaje la justicia en las relaciones laborales, comerciales y humanas porque ellos son los intérpretes del devenir histórico del pueblo de Israel a la luz de la alianza pactada por Dios con Israel en el Sinaí (¡punto de referencia obligado en toda la historia y predicación profética en Israel!). En la alianza del Sinaí hay un mandamiento expreso (una de las cláusulas de la alianza) que ordenada las relaciones entre las personas: no robarás. La Escritura insiste en que no agrada a Dios la extorsión de los más débiles en provecho de los más fuertes. Recojamos algunos pensamientos de aquí y de allá para que sea la palabra de Dios la que hable directamente: Venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; porque aplastan contra el polvo de la tierra a los humildes y no hacen justicia a los indefensos (Am 2,6-7). Explotáis a los desvalidos, oprimís a los pobres… (Id. 4,1). Buscad el derecho, proteged al oprimido, socorred al huérfano, defended a la viuda (Is 1,17). Vosotros habéis asolado la viña, lo robado al pobre está en vuestra casa. ¿Con qué derecho trituráis a mi pueblo, y machacáis el rostro de los pobres? (Is 3,13-15; Is 5,8s). ¡La vigencia y actualidad de todas estas palabras huelga ponderarlas, ya lo hacen por sí solas! El mensaje profético no admite discusión. Lo realizan en nombre de Yahvé, Dios de Israel y lo hacen movidos por el Espíritu. Eso es lo importante y, para muchos, lo desconcertante. Los creyentes hemos de hacerlo creíble en las relaciones sociales y en las transacciones económicas múltiples de nuestro tiempo y en nuestro mundo.

Evangelio.
Este es el dramático problema que Jesús quiere resolver con estas expresiones dificultosas, pero iluminadoras y actuales. Han sido útiles y vivas en todos los momentos pasados y lo siguen siendo hoy entre nosotros. El creyente está en medio del mundo para que, como Jesús, sepa discernir y valorar en sus justos límites los distintos valores: los humanos y los del reino. Utilizar aquellos sin poner en riesgo éste. He ahí la gran sabiduría que Jesús desea a sus discípulos, para que puedan ser siempre señores e hijos libres en la casa del Padre, que para eso nos ha librado el Hijo. Entendería mal este mensaje de Jesús quien despreciara los valores terrenos de raíz. Y lo entendería peor quien pusiera en ellos su esperanza. Hay que utilizarlos con sabiduría; más todavía, utilizarlos como ayudas para conseguir el reino y vivir en la solidaridad y la justicia.
Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

  • Que alegría señor cuando me dijeron………………………………………..151
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antífona
  • Este es el momento…………………………………………………………………73
    • Santo-Padre nuestro-La paz
    • Cordero de Dios
  • Con nosotros está…………………………………………………………………..45
  • Señor Tú eres nuestra luz………………………………………………………171
  • Viva Cristo……………………………………………………………………………218

22 de Septiembre – XXV Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas (Lc 16,1-13)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
–¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador.
Entonces el administrador se puso a pensar:
– ¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y  me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer para tener a alguien que me reciba en su casa cuando me despidan.

Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo, y dijo al primero:
¿Cuánto le debes a mi amo?
Este respondió:
– Cien barriles de aceite.
El administrador le dijo:
– Aquí está tu recibo: date prisa y haz otro por «cincuenta».
Luego preguntó al siguiente:
– Y tú, ¿cuánto debes?
Este respondió :
– Cien sacos de trigo.
El administrador le dijo:
– Aquí está tu recibo:haz otro por «ochenta».
Y el amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz.
Y yo les digo: Con el dinero tan lleno de injusticias, gánense amigos que cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.

El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias,¿ quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que si es de ustedes?.Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará ?
No hay criado que pueda  servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero.