Día: 6 de junio de 2015

7 de Julio – Cantaremos – Corpus Christi.

  • La muerte como entrega

III.1. El evangelio expone la preparación de la última cena de Jesús con los suyos  y la tradición de sus gestos y sus palabras en aquella noche, antes de morir. Sabemos de la importancia que esta tradición tuvo desde el principio del cristianismo. Aquella noche (fuera o no una cena ritualmente pascual), Jesús hizo y dijo cosas que quedarán grabadas en la conciencia de los suyos. Con toda razón se ha recalcado el «haced esto en memoria mía». Sus palabras sobre el pan y sobre la copa expresan la magnitud de lo que quería hacer en la cruz: entregarse por los suyos, por todos los hombres, por el mundo, con un amor sin medida.

III.2. Marcos nos ofrece la tradición que se privilegiaba en Jerusalén, mientras que Lucas y Pablo nos ofrecen, probablemente, «las palabras» con la que este misterio se celebraba en Antioquía. En realidad, sin ser idénticas, quieren expresar lo mismo: la entrega del amor sin medida. Su muerte, pues, tiene el sentido que el mismo Jesús quiere darle. No pretendió que fuera una muerte sin sentido, ni un asesinato horrible. No es cuestión de decir que quiere morir, sino que sabe que ha de morir, para que los hombres comprendan que solamente desde el amor hay futuro. La Eucaristía, pues, es el sacramento que nos une a ese misterio de la vida de Cristo, de Dios mismo, que nos la entrega a nosotros de la forma más sencilla.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

¿Qué significado tiene la celebración eucarística?….. La última cena que Jesús celebró con sus discípulos la víspera de su ejecución tiene un gran sentido: Él quiso que quedara grabada para siempre en sus discípulos, y quiso que cada vez que se reunieran en su nombre revivieran aquella cena inolvidable.

Es evidente que el Señor quiso sembrar en el corazón de sus seguidores, la firme esperanza del reino de Dios, preparandolos en el aquí y ahora. Quiso prepararlos para su terrible condena a muerte contagiándoles la esperanza de disfrutar juntos en la fiesta eterna junto al Padre.  Todos sus discípulos  beberemos juntos, un día, su "vino nuevo", ya que la muerte no romperá la Comunión sellada en aquella Cena bendita.
Desde entonces, Jesús sembró en sus discípulos la idea de Comunidad. Por eso los hizo beber a todos en su copa. Aquello era algo nuevo: " Esta es la Nueva Alianza de mi sangre", les dijo.  Celebrar la Eucaristia es alimentar nuestra búsqueda del Señor, vivir en contacto con Él, y por Él, permanecer unidos a la Comunidad.

Julie Meucci

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ……………………………………….159
        • Señor ten piedad –Gloria – Aleluya
        • Antífona – Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro – La paz – Cordero
      • Donde hay caridad y amor ………………………………………………….65
      • Pascua, canto de comunión ………………………………………….……135
      • El Señor es mi fuerza ………………………………………………………. 80
      • Cantemos al amor de mis amores …………………………………….. 49

7 de Junio – Domingo, Smo. Cuerpo y Sangre de Cristo.

Evangelio según San Marcos (Mc 14,12-16.22-26)

El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos:
–¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de la Pascua?
El le dijo a dos de ellos:
–Vayan a la ciudad. Encontraran un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y díganle al dueño de la casa en donde entre:  «El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?».
Él les enseñará una sala grande en el segundo piso, arreglada con divanes. «Prepárennos allí la cena».
Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
–Tomen, esto es mi cuerpo.
Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
–Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.