Día: 21 de agosto de 2015

Cantaremos. 23 de Agosto. XXI Domingo del Tiempo Ordinario /B

Cuando Jesús anunció su proyecto eucarístico, de quedarse entre los suyos  convirtiéndose en alimento espiritual, ni siquiera sus íntimos lo entendieron. El desconcierto hizo presa de todos… Esta crisis a lo mejor sigue viva entre los cristianos. Necesitamos plantearnos la pregunta: ¿Creemos o no creemos en el Señor?….. La fe es un don gratuito que recibimos en el Bautismo, es un regalo vivo que debe crecer;  en la medida en que nosotros lo hagamos crecer, debe desarrollarse y dar frutos, si no, simplemente  vegeta y se hace estéril.

El anuncio de Cafarnaún se hace realidad en la Cena de despedida. Jesús sabía que tenía a su lado hombres que estaban  habituados por la vida del culto del Antiguo Testamento, a leer los símbolos y a percibir las verdades a través de las acciones y de los gestos, Por eso presuponemos que en los que escucharon a Jesús no hubo una inclinación a interpretar sus palabras metafóricamente, sino  en un sentido material y real. Por eso el escándalo en Cafarnaún fue colosal..!

Cuando aquél grupo de seguidores del Señor comenzó a disminuir, Él no se irritó. A lo largo de los años la historia se repite y también nosotros debemos definirnos: pertenecer a su Iglesia  significa optar por Él.  Es pues necesario transformarnos en verdaderos discípulos, convirtiéndonos en hombres y mujeres que viven de su palabra y de su eucaristía.

CANTAREMOS:

      • Que alegría cuando me dijeron ……………………………………… 161
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino …………………………………………………………….  91
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Quién es ese ………………………………………………………………. 145
        • Si yo no tengo amor
      • Sólo el amor ………………………………………………………………. 166

23 de Agosto – Domingo XXI del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Juan (Jn 6,55.60-60-69)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. Al oír sus palabras muchos discípulos de Jesús dijeron:
–Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?
Dándose cuenta Jesús que sus discípulos murmuraban les dijo:
–¿Esto los escandaliza?, ¿Qué sería si vierais al Hijo del Hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto algunos de ustedes no creen.
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar. Después añadió:
–Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.
Desde entonces muchos de sus discípulos suyos se echaron para atrás y ya no querían andar con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
–¿También ustedes quieren dejarme?
Simón Pedro le respondió:
–Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.