Cantaremos–XIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Este domingo, el Evangelio nos sitúa en la parte final de las instrucciones de Jesús al enviar a sus discípulos para anunciar la Buena Nueva. Seguimos en contexto de envío y misión; esto de por sí ya es una clave para interpretar el texto. La misión de los discípulos tiene sus exigencias radicales, pero también sus recompensas. Asumir nuestro compromiso bautismal –nos lo recuerda el apóstol Pablo- indefectiblemente nos pone ante una decisión, ante una opción; hay que jugársela, tomar posturas y opciones claras.

Las Palabras de hoy nos interpelan acerca de nuestra capacidad de entrega y acogida a la persona de Jesús y su Evangelio.

Fr. Edgar Amado D. Toledo Ledezma, OP

Una de las cosas  que más sacrificio exige es la coherencia, la consecuencia entre los que creemos y lo que vivimos, lo que decimos y lo que hacemos. La convivencia humana parece estar sembrada de oportunistas, y la elección entre las diferentes opciones, frecuentemente la gana el oportunismo. Aquello de  “lo importante es parecer”… ofrece la inmediata recompensa del éxito pasajero, de la simpatía hueca…. Los ejemplos más escandalosos los vemos en la política, donde la ideología “derecha” o “izquierda” ha quedado para significar usos y abusos. Se llega al extremo de levantar un estandarte que justifique la mentira, el soborno, la complicidad, la segregación. la tortura y el crimen. Tal vez poco o nada pensamos en la coincidencia  de las palabras del Señor cuando dice que en el Juicio  pondrá a la izquierda a los cabritos”…y dice porque:  tuvo hambre, tuvo sed, fue forastero….”  ¡la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace es más que evidente!

El texto evangélico de este domingo nos pide reflexionar sobre la seriedad de nuestro compromiso cristiano. Nos habla de que hemos de preferirlo a la familia, a las conveniencias sociales, a los dividendos del dinero fácil. Y no nos esconde el sacrificio que ello puede implicarnos cuando nos dice abiertamente que “el que no toma su cruz de cada día y me sigue, no es digno de mi”.

Vivimos días difíciles, en los que la conducta del discípulo debe brillar como un rayo de luz en medio de la inmundicia del humo que envenena, de la hojarasca de la apariencia,  y de la fiebre de la vida fácil que pretende plantar en este desierto una tienda definitiva…. Es bueno tener presente, que ni siquiera un vaso de agua dado por su amor, quedará sin recompensa. 

Julie Meucci

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne ………………………………………….…. 272
      • Te ofrecemos señor …………………………………..……………………….. 186
      • Pescador de hombre ……………………………..……………………………. 128
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………….……. 193
      • Viva Cristo ……………………………………………………………….…………. 218