Todo misterio es inaccesible al hombre, sobre todo el misterio de un Dios único en Trinidad de personas.
Jesús hizo alusión a este misterio en diferentes momentos de su vida terrena. El Evangelista San Juan refiere que en tiempos posteriores a su resurrección, Jesús dice a sus discípulos:
“Como me envió mi Padre, así los envío Yo a ustedes” y sopló sobre ellos y dijo: “Reciban el Espíritu Santo (Jn.20,21-23) El Padre queda oculto en sí mismo. El Hijo es su manifestación. A Felipe le dice: “El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre”. Jesús habla de los lazos de amor que le unen al Padre y añade: “Si alguno me ama, el Padre le amará y vendremos a Él y haremos morada en Él” Todo esto sucede en el Espíritu Santo. “Cuando venga el Espíritu de Verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí” (Jn XV, 26-27)
Por el Espíritu Santo entra el Hijo, enviado del Padre, en la Historia del mundo; y sólo por el Espíritu Santo, el día de Pentecostés, los discípulos comprenden por fin a Jesucristo y se ponen a evangelizar, inspirados por Él. En cuanto a nosotros, no podemos acertar a comprender mediante la pura reflexión…Sólo cuando Dios toca el corazón del hombre acierta a presentir el misterio. Este llamado y este “toque” de Dios, debió ser muy fuerte en Francisco de Asís para empujarlo a su vida de locura evangélica. Es sólo un ejemplo para decir que todos nuestros esfuerzos resultan estériles si el Espiritu no interviene.
CANTAREMOS:
- Reunidos en el nombre del Señor……………………………………..159
- Señor ten piedad-Gloria-aleluya
- Antífona
- Este es el momento………………………………………………………….73
- Santo-Padre nuestro-La Paz
- Cordero de Dios
- Señor Dios nuestro…………………………………………………………169
- Señor Tu eres nuestra luz………………………………………………..171
- Cuan grande es Él……………………………………………………………57