Día: 30 de mayo de 2013

Cantaremos.2 de Junio. Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI

Vivimos días muy difíciles: está en entredicho la dignidad del ser humano, basada en la libertad, hermoso regalo que Dios le concedió al hombre. La violencia por un lado, el exceso de privilegios para unos y la exclusión para muchos, va tornando cada vez más complicada la vida entre los ciudadanos. Estas situaciones tan difíciles y controvertidas pueden inspirarnos para esforzarnos más en construir comunidades más fraternas: el desbastecimiento puede hacernos más solidarios; la agresión y la mentira pueden hacernos reflexionar y descubrir que como seguidores de Jesús debemos comenzar a trabajar para hacer nuestra vida más limpia y transparente, para tomarnos más en serio en construcción de una sociedad más justa y más responsable.

Este domingo celebramos la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, su presencia eucarística. Un misterio de amor al que recurrió Jesús para quedarse con los suyos. El jueves antes de su Pasión, Jesús tomando el pan y el vino los convirtió en su Cuerpo y en su Sangre. Concretó así el anuncio que había hecho en Cafarnaún y que pareciéndole un escándalo a algunos, lo abandonaron.
Para nosotros, los nuevos discípulos seguidores del Señor, la celebración de la Eucaristía, significa ir en busca del alimento que vivifica nuestra fe y que nos ayuda a vivir la verdadera vida de “hijos adoptivos de Dios”. Reunidos cada domingo en torno a la misma Mesa para celebrar el Memorial de su Pasión, Muerte y Resurrección, nos haremos cada vez más fuertes. Sólo entonces podremos ser sus testigos delante de un mundo que parece haber perdido el Norte y el verdadero sentido de la vida. No nos queda sino suplicarle como los dos de Emáus: “¡Quédate con nosotros, Señor!……”

JMM.

CANTAREMOS:

  • El Señor llama y nos reune………………………………………………………..272
    • Señor ten piedad-Aleluya
    • Antífona
  • Gloria, gloria……………………………………………………………………………..97
  • Este Pan y Vino………………………………………………………………………….91
  • Beberemos la copa de Cristo……………………………………………………….32
  • Tan cerca de mi…………………………………………………………………………19
  • Tú reinarás……………………………………………………………………………..184
  • Cantemos al Amor de…………………………………………………………………49
  • Tú reinarás……………………………………………………………………………..184
  • Adoremos reverentes…………………………………………………………………12

2 de Junio. Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Evangelio según san Lucas (Lc 9,11-17)

En aquel tiempo, Jasús habló del Reino de Dios a la multitud y curó a los enfermos.

Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron a decirle:”Despide a la gente para que vayan a los pueblos y caseríos a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en lugar solitario”. Él les contestó: “Denles ustedes de comer” Pero ellos le replicaron: ” No tenemos más que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente”. Eran como cinco mil varones.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta”. Así lo hicieron, y todos se sentaron. Después Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo, pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos, para que ellos los distribuyeran entre la gente.

Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron doce canastos.

La verdad frente al poder

La verdad frente al poder

Luis Ugalde
30 de mayo 2013 – 00:01

El evangelio de Juan está lleno de simbolismos que, trascendiendo los hechos narrados, revelan la condición humana y el misterio de la vida. Vemos a Pilatos y a Jesús frente a frente personificando el poder y la verdad (Juan 18 y 19). El poder se reconoce mandando, decidiendo e imponiendo; puede decretar que el día es noche y lo negro blanco; él es la última y suprema palabra sobre la vida y la muerte. La humanidad ha avanzado de modo increíble, pero la pretensión absoluta del poder la vivimos hoy en Venezuela como en las satrapías antiguas.

Pilatos sabe que Jesús es inocente. Jesús atado, azotado y despojado es un pobre hombre, como todos los millones de pobres hombres sobre la tierra, cuya vida y dignidad no merecen una consideración por parte del poder. Pilatos le pregunta si él es rey de los judíos y escucha con asombro la respuesta de Jesús: “Tú lo dices, yo soy rey”, pero mi reino no es como los poderes de este mundo, sino el reino de la verdad; “para esto he nacido, para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad”. Para el poder no hay más verdad que él mismo y Pilatos con escéptico desdén responde: “¿Qué es la verdad?”. Frente al poder la verdad no es nada, nada se sostiene frente a él, pues las cosas son lo que su voluntad impone. El poder político supremo tiene una compulsión interna a convertirse en señor de vida o muerte, de la verdad y de la mentira, de la libertad y de la esclavitud. Si invoca a algún dios no es para adorarlo, sino para que lo consagre, bendiga y ratifique ante los demás como dueño absoluto de este mundo, donde ley, constitución y Dios están subordinados a “yo, el Supremo”.

Ese Jesús débil, humillado, torturado y crucificado es testigo de la verdad. ¿Qué es la verdad? La verdad es el amor, por encima de todo poder; el amor es la última palabra, la palabra de vida, la que defiende a los pobres, excluidos y dominados de la tierra y Dios es amor. El poder tortura y mata a Jesús, pero no puede hacer que él (ni la humanidad en su aspiración) renuncie a la verdad de la vida, al amor que afirma la dignidad de todo ser humano, aunque su rostro esté desfigurado y sin aparente atractivo.

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