Cantaremos. 7 de Julio. Domingo XIV del Tiempo Ordinario /C

Jesús envía a sus discípulos con el encargo de anunciar que el reino de Dios está cerca. Les exorta a renunciar a los medios puramente humanos, a quedarse a enseñar donde sean bien recibidos y a marcharse cuando se les rechace. Les advierte lo que les espera: si son bien recibidos, darán su paz; pero también pueden ser rechazados, y entonces deberán llevarse la paz. Jesús es realista y les habla con insistencia de un posible fracazo: son enviados como corderos en medio de lobos. Serán víctima de traiciones y violencias. Les ocurrirá lo que a su Maestro.

Las palabras que anuncian la misión de los apóstoles dan la impresión de que esta misión es algo muy frágil, algo extremadamente valioso enviado a un mundo hostil. Es posible que esta simiente sea maltratada, con todo es importante que sea aceptada y llegue a ser fecunda. Este misterio tan profundo cristaliza precisamente en nuestra debilidad, porque el anuncio no entraña un mensaje propio, sino la entrega de Jesucristo resucitado. Hay algo indecible en la experiencia de estos discípulos: han de predicar sin esperar recompensa, curar sin pedir retribución. Deberán hacer entrar en el mundo los valores eternos bajo la forma de debilidad y entregar una y otra vez, como lo dice el prólogo de Juan: “la Luz que vino a las tinieblas”…..

CANTAREMOS:

  • Que alegría cuando me dijeron………………………………………………………151
  • Este es el momento…………………………………..,………………………………….73
    • Santo-Padre nuestro-La paz
    • Cordero de Dios
  • Señor Dios nuestro………………………………………………………………………169
  • Tan cerca de mi…………………………………………………………………………..193
  • Tomado de la mano……………………………………………………………………..191
  • Cantemos al amor de mis amores……………………………………………………49