Día: 14 de noviembre de 2014

Cantaremos–XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

No “enterrar” el futuro

(I) La Iglesia nos invita este domingo a reflexionar sobre la Parábola de Los Talentos. Nos llama a asumir nuestro cristianismo y nuestra vida dentro de la Iglesia, de una manera activa y creativa mientras dura nuestro peregrinar terreno.  El momento de mayor tensión de la Parábola es el de "la rendición de cuentas", cuando el patrón se indigna y despide a aquél empleado excesivamente cauteloso, refugiado en una "seguridad" estéril e inoperante. Aquél empleado es condenado sin haber cometido ningún delito. Su error es "no haber hecho  NADA"…no haber hecho fructificar su único talento, conservándolo  encerrado  en su seguridad…(comodidad).El Señor llama a sus seguidores a trabajar en la construcción del Reino, a poner acción y pasión en la arriesgada empresa del Testimonio y la Evangelización-  El Evangelio  del Señor es la Noticia viva de Salvación proclamada por el Dios viviente, no es un monumento o una Obra de arte de la antigüedad que permanece simplemente para ser mirada, conservada y restaurada….  Corremos el riesgo, como Iglesia, de caer y permanecer en el pecado de la pasividad, de no esforzarnos por encontrar formas dinámicas para transmitir el mensaje  de una manera más comprensible al hombre de nuestro tiempo, de anquilosarnos en una vida mediocremente cristiana que no ilumina, que no alegra, que no consuela, que no contagia  el gozo y esperanza que nos señaló el Concilio Vaticano II…Ojalá imitemos a los dos primeros siervos de la Parábola siendo capaces de poner a trabajar nuestros talentos, pocos o muchos, no importa. Lo importante es que trabajemos  y los hagamos crecer y fructificar.

(II) Parece que la recompensa divina, tal como la Iglesia primitiva pudo entender esta parábola, es injusta: al que tiene se le dará, y al que tiene poco se le quitará. Pero se le quitará si no ha dado de sí lo que tiene. Y es que no vale pensar que en el planteamiento de la salvación, que es el fondo de la cuestión, se tiene más o menos; se es rico o pobre; sino que la respuesta a la gracia es algo personal que no permite excusas. La diferencia de talentos no es una diferencia de oportunidades. Cada uno, desde lo que es, debe esperar la salvación como la mujer fuerte de los Proverbios que se ha leído en primer lugar. Tampoco el señor de la parábola es una imagen de Dios, ni de Cristo, porque Dios no es así con sus hijos y Cristo es el salvador de todos. Es una parábola, pues, sobre la espera y la esperanza de nuestra propia salvación. No basta asegurarse que Dios nos va a salvar; o aunque fuera suficiente: ¿es que no tiene sentido estar comprometido con ese proyecto? La salvación llega de verdad si la esperamos y si estamos abiertos a ella

I – Julie Meucci    II – Fray Miguel de Burgos Núñez

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne ……………………………………….272
        • Señor ten piedad – Gloria – Aleluya
        • Antífona
        • Los frutos de la tierra – Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Señor Dios nuestro ……………………………………………………….169
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………..193
      • Tomado de la mano …………..…………………………………………191

16 de Noviembre–XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según san Mateo (Mt  25,14-30)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
– «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
"Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo."
El señor le respondió:
"Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes. »

Con un ritual diabólico profanan el altar de la Catedral de Barquisimeto.

IMG-20141113-WA0001Total asombro y consternación sintieron hoy miembros de la Arquidiócesis de Barquisimeto, cuando presenciaron un cuadro “satánico y diabólico”, al observar como profanaron el altar principal de la Catedral de Barquisimeto, el templo católico más importante de la región.

El párroco de la iglesia, padre Pablo Fidel González declaro a Somos Televisión y Noticiasbarquisimeto.com, señalando que “en 18 meses que llevo al frente de esta parroquia, ubicada en la avenida Venezuela, los amigos de lo ajeno han robado 5 veces dentro del templo, pero esta acción ha sido la mas desastrosa y espeluznante, ya que los autores hicieron “ritos diabólicos” en el altar principal de la Catedral, profanando el santísimo sacramento”, expreso con lamento el Padre Fidel.

No conforme con esto, los antisociales que penetraron en el templo en horas de la madrugada, agarraron la copa o el cáliz de plata que contiene las hostias, y las llenaron de excremento de palomas, preparando luego una especie de ritual diabólico o satanico, haciendo una cruz con billetes de cinco, diez y veinte bolívares, que son parte del diezmo de la feligresía, dibujando luego un triangulo debajo de esa cruz con velas y velones encendidos.

Esta nueva y lamentable acción hamponil y anticristiana, es condenada y repudiada por toda la feligresía católica, ya que se trata no solamente de un simple robo o hurto, sino que además atenta con los símbolos más sagrados que tiene la Iglesia de Cristo.

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