Día: 3 de junio de 2017

Pentecostés

PENTECOSTÉS

Si observamos con atención la vida del Señor y lo sucedido con sus discípulos, podría decirse que ellos no vivieron mucho tiempo con su Maestro, que la personalidad del Señor era demasiado grande y su mensaje demasiado novedoso y trascendente como para que en tan poco tiempo hubieran podido llegar a comprenderle. Tampoco se puede decir, que ellos reflexionaban sobre lo que oían y veían, que se comunicaban sus ideas e iban  comprendiendo siempre más al Señor. Tampoco esto se puede decir,porque los discípulos no adoptaron ante el Señor la única actitud que les hubiera permitido ver las cosas en su justo valor. El problema radica en que ellos realmente no creen. 

Ellos habían dejado todo para seguirle, y Jesús los apoya sin restricciones. Con todo, falta lo esencial: no ven en Él a quien es en realidad. En el Nuevo Testamento, la fe no significa solamente “confianza religiosa, veneración, docilidad respecto al Maestro, sino algo muy concreto, a saber: La actitud exigida por Cristo, respecto a sí mismo y a Dios que habla por su mediación. Se trata de la actitud respecto a Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Y es de ésto de lo que carecían los discípulos de Jesús

Veamos cómo es el comportamiento de los discípulos poco tiempo después de la muerte de Jesús. Pedro está ante la puerta de la casa de Marcos el día de Pentecostés, y hay una gran turba delante del él, ansiosa de saber qué es lo que ha ocurrido. Su manera de hablar nos presenta un hombre totalmente diferente: no es sólo valiente, ni que posee nuevos conocimientos. Es como el que tiene ahora la suprema evidencia y da testimonio. ¿Cómo se explica esto?  Sencillamente, el Espíritu Santo ha venido y “ha entrado en la Historia. El Espíritu Santo es el que produce la fe, una fe que no es sólo una vivencia general de un sentimiento religioso, sino la respuesta particular que la persona llamada da a la Persona y a la Palabra de Jesucristo. Lo hace creyente en el sentido de la Sagrada Escritura, mediante la cual , este hombre creyente nace a una nueva vida. Es el renacimiento de que le habló Jesús a Nicodemo. ¡Es la nueva vida en Jesús. El mismo Jesús lo dice expresamente:  ” ¿Por qué no entienden mi lenguaje si les digo la verdad. Por qué no me creen ?  El que es de Dios, oye las palabras de Dios; por eso ustedes no las oyen, porque no son de Dios”.

Para comprender el Cristianismo es necesario el Espíritu Santo, puesto que la existencia cristiana, sólo puede ser captada por la fe.

CANTAREMOS:

      • Y cantaré aleluya
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro
        • La paz – Cordero de Dios
      • Espíritu Santo guíanos
      • Tan cerca de mí
      • Siempre es Pentecostés