Autor: Julie Meucci

Organista de la Parroquia. Orientadora de charlas y cursos parroquiales.

15 de marzo. Cantaremos.

Cansado del camino, Jesús se sienta junto al Poso de Jacob. Pronto llega una mujer a sacar agua. Pertenece a un pueblo despreciado por los judíos. Jesús inicia el diálogo con ella. No sabe mirar a nadie con desprecio, sino con ternura.  «Mujer, dame de beber».

La mujer queda sorprendida. ¿Cómo se rebaja a hablar con ella, una mujer desconocida? Las palabras de Jesús la sorprenderán todavía más: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, sin duda tú misma me pedirías a mí, y yo te daría agua viva».

Muchas las personas se han ido alejando de Dios sin apenas advertir lo que realmente estaba ocurriendo en su interior. Hoy Dios les resulta un «ser extraño». Todo lo que está relacionado con él les parece un mundo infantil cada vez más lejano….También nosotros nos hemos  alejando poco a poco de aquel «Dios de la infancia» que despertaba miedos, desazón y malestar. Probablemente, sin Jesús nunca nos hubiéramos encontrado con un Dios que hoy es para nosotros un Misterio de bondad: una presencia amistosa y acogedora en quien podemos confiar siempre.

Nunca nos resultará acercarnos a Dios pidiendo pruebas científicas ya que es un error tratar el misterio de Dios como si fuera un objeto de laboratorio. Tampoco los dogmas religiosos ayudan a encontrarnos con Dios. Sólo dejándonos conducir por la confianza en Jesús crecerá la imagen de Dios en nosotros.

Es muy difícil decir exactamente cómo se sostiene la fe en medio de una crisis religiosa que nos sacude a todos. Sólo Jesús puede llevarnos a vivir la fe en Dios de manera sencilla desde el fondo de nosotros mismos.   Si escuchamos atentamente, Dios no callará. Si confiamos, él nos abrazará. Si nos entregamos, él nos sostendrá. Si nos hundimos, él nos salvará.
Es necesario que sintamos a Dios como «presencia salvadora». él nos acoge tal como somos, y nos impulsa a enfrentarnos a la vida con paz. Muchos abandonan a Dios antes de haberlo conocido…… Si conocieran la experiencia de Dios que contagia el Señor, ciertamente lo buscarían. Si conocieran el don de Dios, no lo abandonarían nunca más!.

Cantaremos.

Como el siervo al agua va………………………54                           

Tu pones lo demás ……………………………….190

Por Tí Señor ………………………………………….134

A tí levanto mis ojos

El Señor es mi fuerza …………………………… 80

Cantaremos – 2 de Febrero- Jesús es la “luz” que ilumina las tinieblas en que viven los pueblos de la tierra. Todas las esperanzas se cumplen en él

FE SENCILLA
El relato del nacimiento de Jesús es desconcertante. Según Lucas, Jesús nace en un pueblo en el que no hay sitio para acogerlo. Los pastores lo han tenido que buscar por todo Belén hasta que lo han encontrado en un lugar apartado, recostado en un pesebre, sin más testigos que sus padres.

Al parecer, Lucas siente necesidad de construir un segundo relato en el que el niño sea rescatado del anonimato para ser presentado públicamente. ¿Qué lugar más apropiado que el Templo de Jerusalén para que Jesús sea acogido solemnemente como el Mesías enviado por Dios a su pueblo?

Pero, de nuevo, el relato de Lucas va a ser desconcertante. Cuando los padres se acercan al Templo con el niño, no salen a su encuentro los sumos sacerdotes ni los demás dirigentes religiosos. Dentro de unos años, ellos serán quienes lo entregarán para ser crucificado. Jesús no encuentra acogida en esa religión segura de sí misma y olvidada del sufrimiento de los pobres.
Tampoco vienen a recibirlo los maestros de la Ley que predican sus “tradiciones humanas” en los atrios de aquel Templo. Años más tarde, rechazarán a Jesús por curar enfermos rompiendo la ley del sábado. Jesús no encuentra acogida en doctrinas y tradiciones religiosas que no ayudan a vivir una vida más digna y más sana.El anciano Simeón y la anciana se llama Ana representan a tanta gente de fe sencilla que, en todos los pueblos de todas los tiempos, viven con su confianza puesta en Dios……..
 Son gentes que no tienen nada, solo su fe en Dios. No piensan en su fortuna ni en su bienestar. Solo esperan de Dios la “consolación” que necesita su pueblo, la “liberación” que llevan buscando generación tras generación, la “luz” que ilumine las tinieblas en que viven los pueblos de la tierra. Ahora sienten que sus esperanzas se cumplen en Jesús.
                                                                                                                                        (J.A.Pagola)

Cantaremos

  • Al reunirnos …………………………………………………. 6
  • Oh Emmanuel …………………………………………… 266
  • Señor Tu eres nuestra luz ………………………….. 171
  • Señor Dios nuestro ……………………………………. 169
  • Yo no temo ……………………………………………….. 223

Cantaremos. 26 de Enero

Cuando Jesús se entera de que Juan Bautista ha sido encarcelado , abandona su aldea de Nazaret y se lanza a comenzar su misión y caminando por la ribera del mar de Galilea, comienza por llamar un grupo de discípulos. “Síganme” le dice. Son gente sencilla, unos humildes pescadores.

No hace ningún prodigio, pero ellos le siguen. De esta manera humilde comienza a gestarse lo que sería su Iglesia: el cristianismo es sencillamente el seguimiento de Jesús. La fe cristiana no es una simple adhesión doctrinal, sino la vinculación personal con Jesús.

La peor tentación para los bautizados es querer ser cristianos sin conocer y sin segur a Jesús. Sólo le sigue el que asume la aventura y luego la experiencia de creer en Él como la presencia viva del Dios vivo, esforzándose en vivir como Él vive, siendo testimonios vivos en la comunidad, para construir mediante nuestra fe y la gracias del Espíritu una Iglesia viva y auténtica.

Cantaremos :

                       Iglesia peregrina………………………………108

                       En la Patena……………………………………..68

                       Hay un barco parado en la playa

                       Levanto mis ojos a los montes…………..114

                       Alabaré…………………………………………  17

Cantaremos – II Domingo del Tiempo Ordinario – 19 de Enero

 Los primeros discípulos del Señor entendieron muy bien la diferencia entre el bautismo de Juan en las aguas del Jordán y el bautismo de Jesús. El mismo Juan lo aclaró: “Yo bautizo en agua, para que Él sea dado a conocer en Israel”, y da su testimonio de cómo vio descender sobre Él, el Espíritu. Así lo explicaron y lo hicieron entender a las primeras comunidades los apóstoles: el bautismo de Jesús comunica su Espíritu para transformar el corazón de sus seguidores. Sin esa transformación en los bautizados, la Iglesia se enfría, se apaga y se va extinguiendo.
Sólo el Espíritu de Jesús puede dar vitalidad y renovar la Iglesia, sólo su Espíritu nos puede iluminar para penetrar en el verdadero sentido del Evangelio, nos puede llenar de energía para colaborar cada día en la renovación que necesita hoy la Iglesia en nuestro mundo confuso y confundido con ideologías que son antagónicas al hermoso diseño de vida que Dios dispuso para bien y felicidad de todos los hombres. Nuestra Iglesia de hoy necesita evangelizadores con Espíritu,  que se dispongan a transmitir con audacia la verdad de su evangelio

Cantaremos :

  • Reunidos en el nombre del Señor ……………. 159
  • Este es el momento ………………………………… 73
  • Por Ti Señor …………………………………………… 134
  • Cristo te necesita ……………………………………. 44
  • Alabaré ………………………………………………….. 17

CANTAREMOS – 2 de Mayo. Domingo de la Ascensión

Son los últimos momentos de Jesús con los suyos. Enseguida los dejará para entrar definitivamente en el misterio del Padre. Ya no los podrá acompañar por los caminos del mundo como lo ha hecho en Galilea. Su presencia no podrá ser sustituida por nadie.
Jesús solo piensa en que llegue a todos los pueblos el anuncio del perdón y la misericordia de Dios. Que todos escuchen su llamada a la conversión. Nadie ha de sentirse perdido. Nadie ha de vivir sin esperanza. Todos han de saber que Dios comprende y ama a sus hijos e hijas sin fin. ¿Quién podrá anunciar esta Buena Noticia?

Según el relato de Lucas, Jesús no piensa en sacerdotes ni obispos. Tampoco en doctores o teólogos. Quiere dejar en la tierra “testigos”. Esto es lo primero: “vosotros sois testigos de estas cosas”. Serán los testigos de Jesús los que comunicarán su experiencia de un Dios bueno y contagiarán su estilo de vida trabajando por un mundo más humano.
Pero Jesús conoce bien a sus discípulos. Son débiles y cobardes. ¿Dónde encontrarán la audacia para ser testigos de alguien que ha sido crucificado por el representante del Imperio y los dirigentes del Templo? Jesús los tranquiliza: “Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido”. No les va a faltar la “fuerza de lo alto”. El Espíritu de Dios los defenderá.

Para expresar gráficamente el deseo de Jesús, el evangelista Lucas describe su partida de este mundo de manera sorprendente: Jesús vuelve al Padre levantando sus manos y bendiciendo a sus discípulos. Es su último gesto. Jesús entra en el misterio insondable de Dios y sobre el mundo desciende su bendición.
A los cristianos se nos ha olvidado que somos portadores de la bendición de Jesús. Nuestra primera tarea es ser testigos de la Bondad de Dios. Mantener viva la esperanza. No rendirnos ante el mal. Este mundo que parece un “infierno maldito” no está perdido. Dios lo mira con ternura y compasión.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ………………………………… 159
      • Te vengo a ofrecer
      • Un día caminaban dos amigos …………………………………….. 204
      • Resucito
      • Solo el amor ……………………………………………………………… 166

Cantaremos. V Domingo de Pascua /C

Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Dentro de muy poco, ya no lo tendrán con ellos.  La comunidad es pequeña y frágil. Acaba de nacer. Los discípulos son como niños pequeños. ¿Qué será de ellos si se quedan sin el Maestro?

Jesús les hace un regalo: «Les doy un mandato nuevo: que se amen unos a otros como yo os he amado». Si se quieren mutuamente con el amor con que Jesús los ha querido, no dejarán de sentirlo vivo en medio de ellos. El amor que han recibido de Jesús seguirá difundiéndose entre los suyos.

Por eso, Jesús añade: «La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que se aman unos a otros». Lo que permitirá descubrir que una comunidad que se dice cristiana es realmente de Jesús, no será la confesión de una doctrina, ni la observancia de unos ritos, ni el cumplimiento de una disciplina, sino el amor vivido con el espíritu de Jesús. En ese amor está su identidad.Si la Iglesia "se está diluyendo" en medio de la sociedad contemporánea no es sólo por la crisis profunda de las instituciones religiosas.

En el caso del cristianismo es, también, porque muchas veces no es fácil ver en nuestras comunidades discípulos y discípulas de Jesús que se distingan por su capacidad de amar como amaba él. Nos falta el distintivo cristiano.

Los cristianos hemos hablado mucho del amor. Sin embargo, no siempre hemos acertado o nos hemos atrevido a darle su verdadero contenido a partir del espíritu y de las actitudes concretas de Jesús. Nos falta aprender que él vivió el amor como un comportamiento activo y creador que lo llevaba a una actitud de servicio y de lucha contra todo lo que deshumaniza y hace sufrir el ser humano.

CANTAREMOS:

      • El 13 de mayo
      • Ten piedad – Gloria
      • Ave María
      • Santo
      • Sobre os bracos
      • Panis Angelicus
      • Tu corazón inmaculado triunfará

Cantaremos – IV Domingo de Pascua /C

¡FELIZ DÍAS DE LAS MADRES!  QUE DIOS BENDIGA A MADRES E HIJOS…….A LAS QUE ESTÁN VISIBLE Y A LAS QUE NOS ACOMPAÑAN DESDE EL PALACIO DE LUZ DONDE HABITAN!

Mis ovejas escuchan mi voz.

La escena es tensa y conflictiva. Jesús está paseando dentro del recinto del templo. De pronto, un grupo de judíos lo rodea acosándolo con aire amenazador. Jesús no se intimida, sino que les reprocha abiertamente su falta de fe: «Ustedes no creen porque no son mis ovejas ». El evangelista dice que, al terminar de hablar, los judíos tomaron piedras para apedrearlo.
Para probar que no son ovejas suyas, Jesús se atreve a explicarles qué significa ser de los suyos. Sólo subraya dos rasgos, los más esenciales e imprescindibles: «Mis ovejas escuchan mi voz… y me siguen». Después de veinte siglos, los cristianos necesitamos recordar de nuevo que lo esencial para ser la Iglesia de Jesús es escuchar su voz y seguir sus pasos.

Lo primero es despertar la capacidad de escuchar a Jesús. Desarrollar mucho más en nuestras comunidades esa sensibilidad, que está viva en muchos cristianos sencillos que saben captar la Palabra que viene de Jesús en toda su frescura y sintonizar con su Buena Noticia de Dios. Juan XXIII dijo en una ocasión que "la Iglesia es como una vieja fuente de pueblo de cuyo grifo ha de correr siempre agua fresca". En esta Iglesia vieja de veinte siglos hemos de hacer correr el agua fresca de Jesús.

Si no queremos que nuestra fe se vaya diluyendo progresivamente en formas decadentes de religiosidad superficial, en medio de una sociedad que invade nuestras conciencias con mensajes, consigna y reclamos de todo género, hemos de aprender a poner en el centro de nuestras comunidades la Palabra viva, concreta e inconfundible de Jesús, nuestro único Señor.

Pero no basta escuchar su voz. Es necesario seguir a Jesús. Ha llegado el momento de decidirnos entre contentarnos con una religión que tranquiliza las conciencias pero ahoga nuestra alegría, o aprender a vivir la fe cristiana como una aventura apasionante de seguir a Jesús.
La aventura consiste en creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él dio, defender la causa del ser humano como él la defendió, acercarnos a los indefensos y desvalidos como él se acercó, ser libres para hacer el bien como él, confiar en el Padre como él confió y enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con que él se enfrentó. (Pagola)

CANTAREMOS:

      • Gracias Señor
      • Te vengo a ofrecer
      • Madre
      • La oveja perdida
      • Viajera del rio

Cantaremos . Domingo III de Pascua /C

No pudieron pescar nada en toda la noche. Al amanecer sólo es posible con Jesús

El encuentro de Jesús resucitado con sus discípulos junto al lago de Galilea está descrito con clara intención catequistica. En el relato subyace el simbolismo central de la pesca en medio de mar. Su mensaje no puede ser más actual para los cristianos: sólo la presencia de Jesús resucitado puede dar eficacia al trabajo evangelizador de sus discípulos.
El relato nos describe, en primer lugar, el trabajo que los discípulos llevan a cabo en la oscuridad de la noche. Todo comienza con una decisión de Simón Pedro: «Me voy a pescar». Los demás discípulos se adhieren a él: «También nosotros nos vamos contigo». Están de nuevo juntos, pero falta Jesús. Salen a pescar, pero no se embarcan escuchando su llamada, sino siguiendo la iniciativa de Simón Pedro.
El narrador deja claro que este trabajo se realiza de noche y resulta infructuoso: «aquella noche no cogieron nada». La «noche» significa en el lenguaje del evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resucitado, sin su aliento y su palabra orientadora, no hay evangelización fecunda.
Con la llegada del amanecer, se hace presente Jesús. Desde la orilla, se comunica con los suyos por medio de su Palabra. Los discípulos no saben que es Jesús. Sólo lo reconocerán cuando, siguiendo sus indicaciones logren buen resultado. Aquello sólo se puede deber a Jesús, el Profeta que un día los llamó a ser "pescadores de hombres".
Para difundir la Buena Noticia de Jesús y colaborar eficazmente en su proyecto, lo más importante no es "hacer muchas cosas", sino cuidar mejor la calidad humana y evangélica de lo que hacemos. Lo decisivo no es el activismo sino el testimonio de vida que podamos irradiar los cristianos.
No podemos quedarnos en la "epidermis de la fe". Son momentos de cuidar, antes que nada, lo esencial. Llenamos nuestras comunidades de palabras, textos y escritos, pero lo decisivo es que, entre nosotros, se escuche a Jesús. Hacemos muchas reuniones, pero la más importante es la que nos congrega cada domingo para celebrar la Cena del Señor. Sólo en él se alimenta nuestra fuerza evangelizadora.
AL AMANECER
En el epílogo del evangelio de Juan se recoge un relato del encuentro de Jesús resucitado con sus discípulos a orillas del lago Galilea. Cuando se redacta, los cristianos están viviendo momentos difíciles de prueba y persecución: algunos reniegan de su fe. El narrador quiere reavivar la fe de sus lectores.
Se acerca la noche y los discípulos salen a pescar. No están los Doce. El grupo se ha roto al ser crucificado su Maestro.
La pesca resulta un fracaso completo. El narrador lo subraya con fuerza: "Salieron, se embarcaron y aquella noche no pescaron nada". Vuelven con las redes vacías. ¿No es ésta la experiencia de no pocas comunidades cristianas que ven cómo se debilitan sus fuerzas y su capacidad evangelizadora?Con frecuencia, nuestros esfuerzos en medio de una sociedad indiferente apenas obtienen resultados. También nosotros constatamos que nuestras redes están vacías. Es fácil la tentación del desaliento y la desesperanza. ¿Cómo sostener y reavivar nuestra fe?¿No es éste uno de los efectos más perniciosos de la crisis que estamos sufriendo? Preocupados por sobrevivir, constatando cada vez más nuestra debilidad, no nos resulta fácil reconocer entre nosotros la presencia de Jesús resucitado, que nos habla desde el Evangelio y nos alimenta en la celebración de la cena eucarística.
"¡Es el Señor!". dice Juan. No están solos. Todo puede empezar de nuevo. Con humildad pero con fe, Pedro reconocerá su pecado y confesará su amor sincero a Jesús:"Señor, tú sabes que te quiero". Los demás discípulos no pueden sentir otra cosa.
Los cristianos saldremos de esta crisis acrecentando nuestra confianza en Jesús.

CANTAREMOS:

      • Jesús nuestra Pascua ……………………………………. 278
      • Este pan y vino Señor ……………………………………   91
      • Resucitó , Aleluya
      • Pescador de hombres …………………………………… 118
      • Gloria Gloria, Aleluya …………………………………….   97

Cantaremos. De la duda a la Fe. El reto de la Resurrección.

EL hoEmbre moderno ha aprendido a dudar. Es propio del espíritu de nuestros tiempos cuestionarlo todo para progresar en conocimiento científico. En este clima la fe queda con frecuencia desacreditada. El ser humano va caminando por la vida lleno de incertidumbres y dudas.

Por eso, sintonizamos sin dificultad con la reacción de Tomás, cuando los otros discípulos le comunican que, estando él ausente, han tenido una experiencia sorprendente: «Hemos visto al Señor». Tomás podría ser un hombre de nuestros días. Su respuesta es clara: «Si no lo veo… no lo creo».
Su actitud es comprensible. Tomás no dice que sus compañeros están mintiendo o que están engañados. Solo afirma que su testimonio no le basta para adherirse a su fe. Él necesita vivir su propia experiencia. Y Jesús no se lo reprochará en ningún momento.
Tomás ha podido expresar sus dudas dentro del grupo de discípulos. Al parecer, no se han escandalizado. No lo han echado fuera del grupo. Tampoco ellos han creído a las mujeres cuando les han anunciado que han visto a Jesús resucitado. El episodio de Tomás deja entrever el largo camino que tuvieron que recorrer en el pequeño grupo de discípulos hasta llegar a la fe en Cristo resucitado.
Las comunidades cristianas deberían ser en nuestros días un espacio de diálogo donde pudiéramos compartir honestamente las dudas, los interrogantes y búsquedas de los creyentes de hoy. No todos vivimos en nuestro interior la misma experiencia. Para crecer en la fe necesitamos el estímulo y el diálogo con otros que comparten nuestra misma inquietud.
Pero nada puede remplazar a la experiencia de un contacto personal con Cristo en lo hondo de la propia conciencia. Según el relato evangélico, a los ocho días se presenta de nuevo Jesús. Le muestra sus heridas.
No son «pruebas» de la resurrección, sino «signos» de su amor y entrega hasta la muerte. Por eso, le invita a profundizar en sus dudas con confianza: «No seas incrédulo, sino creyente». Tomas renuncia a verifICAR. Ya no siente necesidad de pruebas. Sólo sabe que Jesús lo ama y le invita a confiar: «Señor mío y Dios mío».
Un día los cristianos descubriremos que muchas de nuestras dudas, vividas de manera sana, sin perder el contacto con Jesús y la comunidad, nos pueden rescatar de una fe superficial que se contenta con repetir fórmulas, y estimularnos a crecer en amor y en confianza en Jesús, ese Misterio de Dios que constituye el núcleo de nuestra Fe .

J.A.Pagola

CANTAREMOS:

      • El Señor ha resucitado ……………………………………. 71
      • Aleluya
      • Beberemos la copa de Cristo …………………………… 32
      • Resucito, Aleluya
      • El Señor resucito, Aleluya
      • Alabaré …………………………………………………………. 17