Día: 22 de septiembre de 2017

Cantaremos . XXV Domingo del Tiempo Ordinario

Vayan ustedes también a trabajar mi viña.

Los cristianos no terminamos de creer en el Dios increíblemente bueno del que habla Jesús.  Seguimos con ideas equivocadas acerca de Dios. Las parábola de hoy ya la conocemos:  El dueño de una viña va contratando obreros para que trabajen en su propiedad. Al primer grupo los contrata muy de mañana por un denario . A lo largo del día, va contratando a otros obreros que también van a la viña, pero trabajan mucho menos y sin soportar el peso del día y del calor. Al terminar la jornada paga a todos un denario. Y cuando los primeros se quejan, responde así: «¿no puedo hacer lo que quiero con lo mío? ¿o vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?»  

El mensaje de Jesús rompe nuestras medidas… El dueño de la viña no se fija en el esfuerzo realizado por cada grupo de obreros sino en lo que necesitan para vivir. Podríamos pensar que esta manera de entender la bondad de Dios nos llevaría a una vida irresponsable y arbitraria. ¡Nada más contrario a la realidad pues, según Jesús, esta bondad de Dios es la que debe inspirar nuestras relaciones y nuestra convivencia!  Si todos pensáramos un poquito más en las urgencias que torturan a un porcentaje alto de nuestro pueblo no estaríamos como estamos…No le agrada al Señor que pensemos sólo en nuestras ganancias  olvidando el hambre y las angustias de los otros.

Si lo pensamos bien, nuestro cristianismo tiene exigencias a las que debemos responder con la generosidad que nos enseña el Señor.  Cuando nos encontramos con alguien, no hemos de preguntamos qué merece de nosotros, sino, que necesita para vivir…. Sólo así, con el corazón abierto y disponible, podemos llamarnos de verdad “cristianos, seguidores de Cristo”.  Lo demás es observancia de ritos y repetición mecánica de oraciones … Se podría decir de nosotros: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mi.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ………………………………… 159
        • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre Nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
        • El Viñador
      • Tan cerca de mí ………………………………………………………………. 193
      • Alabaré …………………………………………………………………………..   17

24 de Septiembre–XXV Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según San Mateo (Mt 20,1-16)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.