La Virgen de la Consolación de Táriba

LA VIRGEN DE LA CONSOLACIÓN DE TÁRIBA

El 15 de agosto, día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, el pueblo del Edo. Táchira celebra a la Virgen de la Consolación de Táriba… Sostuvo el Hermano Nectario María, que la más antigua de las imágenes célebres en Venezuela “es la de la Consolación de Táriba, que asciendo a los comienzos de la colonia”. Probablemente sea la imagen más antigua, después de la imagen de la Virgen del Valle de Margarita… ¿Qué tan antigua es la imagen, en realidad?
Existen algunas referencias, por las cuales consta la antigüedad de la imagen… la más importante, el “Libro primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada” del cronista Juan Flórez de Ocariz, publicado en el año 1674, según el cual “habrá cien años, que de uno de los primeros conquistadores de su distrito hubo esta imagen una pobre mujer que asistía en el campo, y en su poder empezó a obrar maravillas y el primer milagro, y ha continuado otros muchos y los prosigue. Ahora ochenta años, en el sitio donde comenzó a darse a conocer con beneficios se fundó una Iglesia frecuentada de partes distantes”… obtuvo esta imagen una mujer cien años antes de la publicación del libro, es decir, por el año 1574, lo cual es perfectamente posible. El Dr. Lucas Guillermo Castillo Lara —hermano del Cardenal Rosalio Castillo Lara e insigne historiador— ha sugerido, que la imagen podría remontarse incluso a la década de la fundación de la villa de San Cristóbal, de 1561 a 1570…
En la llamada “Relación auténtica de la devoción de la imagen de Nuestra Señora de Táriba”, hecha en el año 1654, el Capitán Francisco Fernández de Rojas, Alférez Mayor y Alcalde Ordinario de la villa de San Cristóbal, declara haber visitado la Ermita de la Virgen de Táriba unos treinta años antes.. y relata el milagro de la renovación de la imagen: Que, estando jugando a las bolas Alonso Álvarez de Zamora con algunos familiares y amigos, “se les quebró una paleta y, buscando de qué hacer otra, toparon con el dicho cuadro y, como lo hallaron sin figura ninguna, quisieron hacer de él una paleta para jugar a las bolas e intentaron quebrarla sobre una piedra y, queriendo hacerlo, no pudieron y les sonaba como tambor. Ya a esto saltó la mujer del dicho Zamora y les dijo, que eran bellacos, que por qué no miraban, que aquel cuadro había sido imagen, aunque no se parecía, y la cogió la dicha mujer y la volvió a meter en la (…) despensa colgándole en una estaca en la pared. Y esto fue poco después del mediodía. Y luego, a la tarde, como a las 4:00 de ella, vieron que en la dicha despensa, que hoy es de dicha Ermita, y en el mismo sitio, le salía un grandísimo resplandor, que les parecía ser fuego, y que se quemaba la casa, y todos fueron a socorrerla, y abriendo la dicha despensa hallaron, que no era fuego material, y quedando todos espantados vieron el dicho cuadro figurando una imagen de Nuestra Señora, que es hoy la que veneramos en Táriba, por llamarse así el sitio”.

El 12 de marzo de 1967 la imagen fue coronada canónicamente… ¿Qué significado tiene la Coronación Canónica de una imagen de la Virgen? Es una tradición antiquísima de la Iglesia, que se remonta al Concilio de Éfeso (431)… Es una tradición, con la que la Liturgia quiere destacar la profesión de fe de la Iglesia en la realeza de María, y señala aquellas imágenes, que más atraen a los fieles, como objetos de culto divino y de auténtico celo cristiano. Esta tradición —practicada durante siglos en Oriente— fue divulgada en Occidente sobre todo a partir del Siglo XVI. Los mismos Romanos Pontífices, “muchas veces, personalmente con sus propias manos, o por medio de Obispos por ellos delegados, coronaron imágenes de la Virgen Madre de Dios ya insignes por la veneración pública”. Así, se fue organizando el rito para la Coronación de las imágenes de Santa María Virgen, rito, que fue incorporado a la Liturgia Romana en el Siglo XIX… siendo reformado después del Concilio Vaticano II…
El 12 de marzo de 1967 —día de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen de la Consolación de Táriba—, a las 3:30 de la tarde —relata el cronista Rafael María Rosales— comenzó el desfile, desde la ciudad de San Cristóbal, “en peregrinaje de veneración, hacia Táriba. Gentes de todo el Estado, del Occidente venezolano, del Oriente colombiano y de otros lugares distantes se sumaron gozosos al homenaje (…) En el momento de la llegada de la bella imagen al hermoso templete construido especialmente al frente de la Basílica, ya no eran ríos humanos el peregrinar a pie de las gentes, sino un solo y palpitante lago enternecido por las lágrimas y los afectos de más de cien mil almas distribuidas en las calles y plazas de Táriba y la vía, que va hasta el Puente Libertador. (…) Y llegó el instante esperado en el decurso de varios siglos y en la intimidad de un pueblo bendito. Su Eminencia Reverendísima, el Señor Cardenal José Humberto Quintero bendijo e impuso la áurea diadema con el ceremonial de la excepcional circunstancia y luego, en lenguaje diserto y singular —tan personal en cada uno de sus antológicos y elocuentes discursos—, pronunció una estimuladora y espléndida alocución al pueblo del Táchira, y al final de la misma ofreció a la Virgen una réplica de la rosa de oro, que el Santo Padre dio a Nuestra Señora de Guadalupe en México, y que el Cardenal [José] Garibi y Rivera le obsequió, como recuerdo de su viaje a Guadalajara”. Fue una jornada inolvidable para el pueblo del Táchira…

Pbro. Ramón Vinke