Día: 9 de octubre de 2021

10 de Octubre. Comentario al evangelio según san Marcos

Anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres

En el evangelio de este domingo Jesús nos ayuda a repensar cómo verificamos nuestra experiencia y relación con Dios. No basta con observar o cumplir sus “mandamientos”, no es preciso acumular. Esa es una perspectiva que se queda corta. Hay que ir más allá, liberarnos del miedo y procurar amar al Amor que es fuente y criterio de nuestro estilo de vida. Y decirlo poniendo la vida al servicio de lo que genera vida. Sobre todo, ahí donde esté más amenazada. Podemos compartir, repartir, pero sobre todo estamos llamados a “darnos”. Esa es la sabiduría de Jesús, sabiduría de la cruz.

Junto a ello también nos podemos centrar hoy no tanto en fijarnos en lo que nos “falta” como aquel joven rico, sino en reconocer lo que somos y tenemos y desde lo que podemos “dar-nos”. Para traer alegría, esperanza, ánimo, allí donde estamos y vivimos. Pero sin perder la conexión con todo lo que nos afecta desde cualquier parte del mundo. “Todo está conectado” recuerda el papa Francisco. En el viaje de la vida hay momentos en que hemos de desprendernos de lo que nos impida caminar más ligeros tras las huellas de Jesús.

Fray Xabier Gómez García O.P.
Convento de Santo Tomás de Aquino “Olivar” (Madrid)

10 de Octubre – XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario.

Evangelio según san Marcos (Mc 10,17-30)

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre”.

Entonces él le contestó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.

Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: “¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios”.

Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible”.

Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.

Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres,hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna”.