Día: 2 de mayo de 2015

Cantaremos – 3 de Mayo. Domingo V de Pascua /B

Jesús alerta a sus discípulos con una imagen muy sencilla: la vid.  Nos enseña que sus discípulos son "sarmientos" que no tienen vida si no están unidos al "tronco". Es decir, que como discípulos del Señor, sólo podremos dar frutos de vida cristiana, si permanecemos unidos a Él por medio de la oración y de la reflexión de su Palabra.  El verdadero cristiano necesita alimentarse de la Palabra del Dios vivo.  Solamente en Cristo, el Mesías, están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.  Solamente unidos al tronco, las ramas pueden dar fruto.

Sin una comunicación vital con el Señor, el cristiano se convierte en rama seca, en discípulos estériles. Él lo dijo claramente: "Sin mi, no pueden hacer nada". Tal vez aquí radica la crisis de nuestro cristianismo estéril, reflejado en comunidades apáticas para las que "el reino de Dios" es sólo una frase que se escucha totalmente vacía de contenido.

Sin la comunicación sacramental, sin el alimento vivo de su Palabra, para muchos bautizados, el cristianismo queda reducido a una fe que languidece, más parecida a folklore que a la hermosa experiencia vivida por los discípulos al contacto con el resucitado.  Ser cristiano hoy, nos exige una experiencia vital de Jesucristo, un acercamiento interior a su persona y cultivar una verdadera pasión por su proyecto de salvación.  Lo esencial es permanecer unidos a Él. Solamente así, podremos ir regando sus palabras, sembrando las semillas que nacerán en otros corazones. Jesús es muy claro cuando dice, que toda rama que no da fruto será cortada….. pero también añade, que aquella que da fruto, será podada para que de más todavía.

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Los frutos de la tierra
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Codero de Dios
      • Beberemos la copa de Cristo
      • Donde hay caridad y amor
        • Alabaré

3 de Mayo – Domingo V de Pascua /B

Evangelio según san Juan (Jn 15,1-8)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
–Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí  y yo en ustedes.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer.
Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen , lo arrojan al fuego, y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.
La gloria mi Padre consiste  en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos.