CANTAREMOS – DOMINGO DE RAMOS

Dentro del Plan salvífico de la historia del Pueblo de Dios, nos encontramos una y otra vez con el destino lleno de incomprensión y de persecuciones, del rechazo, violento que acompaña la vida de los profetas.  Juan, el Precursor es una muestra, y el mismo Jesús vio asomarse también para Él esa posibilidad desde el principio de su predicación del reino de Dios. El Señor estaba muy lejos de ser un melancólico soñador de martirios, toda su vida demostró lo contrario : enseñó que Dios es un Padre amoroso que nos quiere felices, que de ninguna manera está de acuerdo con la exclusión y la marginalidad…. Nunca dio la más leve señal de apoyo a los abusos del poder, ni estuvo de acuerdo jamás con ningún gesto de la tiranía política, social ni religiosa.

El amable y valiente Profeta de Nazaret dedicó su vida -demasiado corta- a combatir el hambre, la enfermedad, la injusticia y hasta las desesperanzas sembradas por una falsa interpretación de los jefes religiosos de su pueblo. Si aceptó la persecución y hasta el martirio, fue precisamente por defender el derecho a la felicidad, a una vida digna vivida en libertad. Su hermoso mensaje del reino de Dios sonó inadmisible para todos los opresores, para todos los amantes de privilegios… Le hubiera sido muy fácil disfrutar también Él de los privilegios que ofrecen los poderosos a los oportunistas y aduladores… Si Jesús hubiera sido “un poquito” simpaticón y pródigo en elogios inmerecidos a Pilato y a los Sumos Sacerdotes no habría terminado en la Cruz…. 

Jesús no supo de silencios cómplices ante el Poder de su tiempo. Dijo lo que muchos no querían escuchar…y lo dijo no sólo en las humildes aldeas de Galilea, sino, en el grandioso Templo de Jerusalén, y a los Jerarcas del mismo, no le gustó De esta manera, Jesús no escapa a la suerte de los Profetas… resulta un “indeseable” como todos los que se atreven a gritar con su vida comprometida la verdad. Jesús es el Modelo del compromiso sin miedos, de la palabra no condicionada, de la compasión desmedida por el pobre, el hambriento, el perseguido, el enfermo y hasta el pecador! Jesús es el compromiso vivo, tan real que podemos definirlo, imaginarlo como el Amor crucificado.

Como tantos mártires inmolados por la defensa de un Ideal, Jesús no fue un suicida. La muerte del Señor, digámoslo claro, fue un cruel asesinato. Lo mataron violentamente, din derecho a un justo proceso. Un juicio teatral como el que sufren todos los condenados injustamente, como el que sufren todos los llevan colgado el cartel: “Condenado”.

Su ideal de crear una sociedad más fraterna estaba inspirado en el amor ilimitado de Dios por TODOS sus hijos. No fue un guerrillero, ni un fanático de ideologías extremas… Es el Hijo, enviado por el Padre, para enseñarnos a vivir. 

La cruz aparece en   Imágenes integradas 1  cualquier lugar.

El Programa de Cantos ya lo repartimos.  No queda sino desearnos una fervorosa y vital Semana Santa, en sintonía con tantos profetas a los que hemos tenido la suerte de conocer, de recibir sus enseñanzas y ejemplos, de verlos luchar, sufrir y hasta morir, en este escenario de la Pasión que hoy es Venezuela !

                                      El saludo del Señor: “¡La paz esté con ustedes!”