Mes: octubre 2020

Solemnidad de Todos los Santos. Comentario Bíblico.

III.1. El evangelio de esta fiesta es ya proverbial; se trata de las bienaventuranzas de Mateo, cuyo texto, además, tiene la solemnidad de una proclamación, sobre un monte (de ahí el Sermón de la Montaña en que está contextualizado), y para toda la multitud, como sería la multitud incontable del texto de Apocalipsis ( primera lectura). Es la carta magna del discipulado, de la vida cristiana, del seguimiento de Jesús, de la salvación futura. Las bienaventuranzas son creativas, no cuantitativas. Son los puntos más determinantes con los cuales Jesús ha pretendido una nueva humanidad, un nuevo pueblo. No se trata de proponer algo exótico, mágico o taumatúrgico, sino algo bien humano. No obstante, es verdad que se plantea un auténtico esfuerzo por conquistar la gloria, la libertad y la paz. Se propone la pobreza que libera el corazón de muchas ataduras, la misericordia que introduce en las relaciones humanas la benevolencia y el perdón, la limpieza de corazón para juzgar y ser juzgados, la lucha por la justicia, porque Dios es justo. Se proclaman bienaventurados por haber elegido lo que el mundo no elige, simplemente porque odia; por haberse decidido por el sentido mejor de la vida. Se trata de una posibilidad de santidad que se debe vivir ya desde ahora, aquí en nuestra historia; no queda para después de que todo haya acabado.

III.2. Se ha insistido mucho en los aspectos literarios y exegéticos de las bienaventuranzas de Mateo (5,1-12) y de Lucas (6,20-22) sobre el tenor original, es decir, aquellas que están más cerca de las palabras de Jesús. Sin duda, todo tiene su sentido, pero quedan muchas preguntas sobre la mesa, porque se permiten diferentes interpretaciones. El texto original que se tomó del texto de Q (sea simplemente Documento o Evangelio como algunos defienden hoy) podría estar bien representado en Lucas, pero no es algo absoluto. Sabemos que las bienaventuranzas tienen un ámbito muy coherente en la literatura sapiencial, la que enseña a vivir, a comportarse, a elegir lo que da o no da sentido a la vida. La propuesta de Jesús, por lo tanto, no está lejos de este contexto sapiencial: con las bienaventuranzas Jesús quiere proclamar el Reino de Dios y quiere enseñar a vivir en ese Reino al que dedica su vida. Son expresiones que nos muestran a un Jesús “profeta escatológico” (no necesariamente apocalíptico), que quería anunciar lo que debería cambiar esta historia.

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1 de Noviembre. Solemnidad de Todos los Santos

Evangelio según san Mateo (Mt 5,1-12)

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así:

“Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
Dichosos los sufridos,
porque heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque se les llamará hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.

Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”.

YO ESTUVE EN EL ACTO DE EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS MORTALES DEL DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ.

El viernes pasado me llamaron para pedirme el numero de cédula… El sábado por la mañana me llegó una señora a preguntarme por la talla de mis zapatos. Despues de responderle, que mis zapatos son talla 43, la señora me entregó unos zapatos de trenzas negros nuevecitos, talla 43… Muy pronto iba a saber por qué Dios me mandaba esos zapatos…  El mismo sábado por la mañana me llegó la invitación (personal e intransferible) al acto del día de hoy 26 de octubre de 2020, 156 aniversario del nacimiento del Dr. José Gregorio Hernández, en la Iglesia parroquial de N.S. de la Candelaria… Unos vecinos ofrecieron organizarme el traslado… La Providencia no me faltó…

Un acto hermosísimo, emocionante… Concluida la interpretación por el coro de la “Canción del alma que se huelga de conocer a Dios”, letra de San Juan de la Cruz y música de Francisco Rodrigo, el Cardenal Baltazar Porras inició la Liturgia… Después del canto del “Veni Creator Spiritus”, canto gregoriano del Siglo XIX por el cual se invoca el Espiritu Santo, se constituyó el Tribunal encargado de la exhumación, compuesto por el mismo Cardenal, el Promotor de Justicia de la Arquidiócesis de Caracas, la Notario y su adjunto, tres médicos anatomopatólogos, tres médicos antropólogos forenses, una médico odontólogo forense y seis empleados de la Funeraria Vallés. Proclamado el Evangelio por el Diácono, el Cardenal pronunció una breve homilía, en la cual aclaró, que la exhumación no tiene un sentido de muerte y sepultura, sino más bien un sentido de resurrección: El Dr. José Gregorio Hernández esta vivo, ¡intercede por nosotros ante el Señor! En seguida, fue leída el acta de la exhumación precedente, cuando los restos mortales del Dr. José Gregorio Hernández fueron trasladados del Cementerio General del Sur a la Iglesia parroquial de N.S. de la Candelaria, el 23 de octubre de 1975. A continuación, el Cardenal hizo acto de presencia en la antigua Capilla del Bautisterio de la Iglesia, y ordenó a los albañiles abrir el sepulcro… Extraída la pequeña urna con los restos mortales, fue colocada en andas, y trasladada procesionalmente al presbiterio de la Iglesia, entre tanto un conjunto de música criolla y el coro interpretaban algunos números de música venezolana… Colocada la urna en una mesa delante del Altar, fue abierta y brevemente inspeccionada por los médicos… Después del canto del himno “Te Deum laudamus”, cuya letra se atribuye a San Ambrosio de Milán, rindió honores al sepulcro el Cardenal Jorge Urosa, Arzobispo emérito de Caracas, en vivo… se vieron en las pantallas algunos videos de Obispos del interior del país rindiendo honores… y el Sr. Nuncio Apostólico, Mons. Aldo Giordano, presente en el acto, hizo lo propio, transmitiendo el saludo del Santo Padre, el Papa Francisco… Cantado el Padrenuestro, el Cardenal Porras impartió la bendición apostólica e indulgencia plenaria a los presentes, extensiva a quienes seguían el acto por radio, televisión y las redes sociales, según los cálculos unas 15.000.000 de personas,  dentro y fuera del país…

Los médicos disponen ahora de algunos días para realizar su trabajo y elaborar su informe… con lo cual ya queda despejado el terreno para el acto de la Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, previsto para el año próximo… ¡Alabado sea Dios!

Pbro. RAMÓN VINKE.- 26 de octubre de 2020.

NON NOBIS DOMINE

Roma, Son las 4:06 de la mañana del día de mañana. Probablemente ya está despertando o ya despertó Jorge Mario Bergoglio un día más, y a cargar con la pesada cruz que tiene a sus espaldas. ¿Cómo habrá pasado la noche? ¿Habrá podido dormir? Lo más probable es que le habrá hecho ruido la cita bíblica con la que termina el Evangelio de hoy:

«Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».

Imagínate, querido lector, lectora  por una noche ponerte estar en los zapatos del Papa Francisco, y con todos los problemas del mundo, preocupado por los disturbios en Chile, la persecución de los cristianos en China, el aumento de mortandad a causa de la pandemia, los ataques al Interno de los ultra católicos que lo desprecian, la incomprensión también de los progresistas y liberales que lo manipulan y malinterpretan a su antojo y para colmo las peticiones de un líder bananero que le exige disculpas de lo acontecido hace 500 años, por menos que eso… cualquiera de nosotros nos habríamos vuelto locos de tanto estrés y presión.

Y sin embargo, ahorita ya 4:15 de la mañana, hora de Roma, del jueves 22 ya ha de estar en oración, por el mundo, por la Iglesia y por si mismo para que la luz del Espíritu Santo lo ilumine y sus palabras sean luz y guía para el mundo que ahora cree todo menos la Verdad.

El presente escrito no busca ser una apología y defensa exhaustiva del Papa Francisco, hay personas mucho más capacitadas para defenderlo, y hay más aún para juzgarlo, tanto ultraconservadores como progresistas lo han juzgado y condenado o manipulado a su conveniencia.

Más bien la intención de estas breves palabras amigo, amiga lector, es invitarte a tener un poco de Empatía, por este líder espiritual cuyo único delito es cargar la Cruz, siguiendo los pasos de Cristo el eterno incomprendido,

Ese Jesús que amargamente se quejaba un día diciendo:

¿A qué compararé la gente de este tiempo? Se parece a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros:

Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.”

Porque vino el Papa Benedicto que era austero, sabio y ordenado y dijeron este es un nazi, inquisidor y hierático. Un insensible y arrogante alemán.

Y vino Francisco y dijeron que predica de misericordia y comprensión, y dicen este es un hereje, amigo de publicanos, homosexuales y gente de mal vivir.

En realidad amigo lector puede ser que estés tu enojado, o contento con lo que se dice del Papa, y hayas ya hecho un juicio a favor o en contra, lo que si te diré es qué en  cuanto sus declaraciones él no ha tergiversado la enseñanza moral católica, solamente pide que a las personas que se consideran homosexuales no se les discrimine o aparte de la familia, sino que se les trate como personas.

Pero vivimos tiempos relativistas, donde cada quien buscaremos entender lo que queramos, y algunos juzgaremos u otros malinterpretáremos con tal de obtener algún beneficio o alguna ganancia.

De cualquier forma, creo que aún cuando lo ataquemos o alabemos, Francisco ahorita estará orando por nosotros, por si mismo y por la Iglesia, y aunque muchos lo descalifiquen o quieran ver su ruina o manipularlo a su antojo, lamentó informar que no van a poder. Porque Francisco sabe que su fuerza no está en la sabiduría de sus propias palabras, su fuerza le viene del Espíritu Santo.

“Al que mucho se le da mucho se le exige… y al que mucho se le confíe se le pedirá mucho más” Francisco es consciente de ello, y se encuentra como oveja en medio de lobos que lo quieren despedazar. Pero es valiente, porque pese a ello, no dejará de cargar la Cruz de la incomprensión al interno y fuera de la Iglesia. Sabe que sus palabras son medidas, pesadas e Interpretadas para bien o para mal, ¿cómo sabremos si ha sido sensato o no? “Por sus obras, los conocerán”

Mientras tanto, de corazón yo deseo que el Papa Francisco haya pasado una buena noche, haciendo lo que hizo San Juan XXIII cuando no podía dormir:

“Francisco, ¿quién gobierna la Iglesia, tu o el Espíritu Santo?  El Espíritu Santo obvio, entonces Duerme Francisco, duerme…”

Escrito por Pbro. Alex Vacio

“ESTA COPA ES LA ALIANZA NUEVA SELLADA CON MI SANGRE

“ESTA COPA ES LA ALIANZA NUEVA SELLADA CON MI SANGRE, QUE VA A SER DERRAMADA POR USTEDES” (Lc 22, 20). En estos tiempos de confinamiento, de cuarentena por la pandemia del coronavirus, nos han hecho insistentemente todo tipo de recomendaciones de índole sanitaria: recomendaciones en relación al distanciamiento social, al uso de las mascarillas, etc. Pero poco, muy poco, se ha hablado de la necesidad de implorar de la misericordia de Dios el fin de la pandemia. En este sentido, los discípulos de Cristo tenemos una misión muy importante que cumplir… Nuestro Señor Jesucristo, en la Última Cena con sus discípulos instituyó el Sacramento de la Eucaristía, el Sacramento de la Nueva Alianza, sellada con su Sangre (cf. Lc 22, 20). Efectivamente, Dios es nuestro aliado, que nunca nos abandona, que siempre está a nuestro lado para mostrarnos el camino de la salvación… de la salvación eterna, pero también de la salvación de los males de este mundo: de las guerras, de los terremotos,  de los huracanes, de las pandemias. .. Adoremos al Señor en el Santísimo Sacramento… y, si no nos es posible debido a la cuarentena, por lo menos intensifiquemos nuestra oración, confiados en que Dios, como aliado de la Iglesia, sacramento universal de salvación, mostrará a la humanidad el modo de salir de la pandemia… para que Él con su Espíritu Santo ilumine a los investigadores, a los médicos… para que, si fuera necesario, haga un milagro, que ponga fin a la pandemia.

 Pbro. RAMÓN VINKE.– 25 de octubre de 2020, XXX Domingo del Tiempo Ordinario.

25 de Octubre. Mateo (22,34-40): La ética del amor

III.1. El evangelio de Mateo de este domingo nos ofrece la disputa sobre el mandamiento más importante. Sabemos que se unen o se juntan dos textos Dt 6,5 y Lv 19,18 que eran citados frecuentemente en discusiones éticas rabínicas, pero la idea de unirlos tan estrechamente a manera de resumen de toda la Ley y los Profetas fue una idea creativa no solamente brillante, sino, de nuevo, profética, como sucede en todas estas disputas concluyentes en Jerusalén. Lo que asombra en el texto evangélico es la seguridad soberana con que afirma que no hay preceptos como estos, porque en ellos se apoya toda la ley y los profetas. El texto dice que el amor al prójimo es “semejante” (homoía) al primero, dando a entender un orden lógico, pero sin disminuir su importancia. Es más, aquí Jesús nos está llevando a la conclusión de que aunque Dios no es el hombre, lo que podemos llamar la experiencia del amor no es distinta, aunque sean distintos los objetos o las personas amadas. Lo que le da gloria a Dios, precisamente, es que amemos al hombre como lo amamos a El; tendríamos que decir que no es posible amar a Dios más que al hombre.

III.2. Todo lo que no sea eso, evangélicamente hablando, es una falacia. Ya lo veía así el autor de la 1ª Jn 4 donde plantea con una radicalidad teológica inigualable lo que es la identidad cristiana del amor. Si Dios nos ha amado, entonces, entre otras cosas, no se dice que debemos amarlo a El, sino que debemos amarnos los unos a los otros. Es verdad que Dios quiere ser amado, necesita ser amado, como lo necesitamos cada uno de nosotros. Y es desde esa dimensión religiosa desde la que hablaba Jesús, quien con su predicación y con su praxis se empeñó tanto en descubrir a Dios como Abba, porque él y nosotros lo necesitamos así.

III.3.Por lo tanto, la praxis evangelizadora de Jesús nos descubre un Dios nuevo y a la vez, y por ello mismo, nos descubre un hombre nuevo. Es verdad que Jesús de Nazaret lo descubrió desde Dios. Esto es absolutamente irrefutable. Esta fontalidad nos expresa pues, que evangelizar es humanizar en todos los órdenes y desde todas las perspectivas. Jesús hizo coincidir con su evangelización la gloria de Dios y la del hombre. El hecho, pues, de que hoy se insista tanto en la humanización no depende de que vivimos en el siglo en el que el hombre está enamorado de sí mismo, de lo que ha hecho y de lo que tiene que hacer, sino que la misma esencia de la fe y de la identidad cristiana, en el Nuevo Testamento como totalidad, son todavía mucho más humanizantes y humanizadoras que lo que hoy se nos propone

.Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

25 de Octubre. XXX Domingo del Tiempo Ordinario. Evangelio

Evangelio según san Lucas (Mt 22,36-40)

En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?” Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”.

CON JESÚS SEÑOR DE LA HISTORIA – Nº 9 (24 de septiembre de 2020)

LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

    Hoy, 24 de septiembre, la Iglesia celebra a la Virgen bajo la advocación de Mercedes; advocación, propagada por la Orden de la Bienaventurada Virgen María de las Mercedes—así llamada actualmente— por San Pedro Nolasco en el Siglo XIII, con el propósito de redimir a los cautivos… redimir a los cristianos esclavizados por los moros…

    Durante la Guerra de Independencia de la América Española, la Virgen de las Mercedes fue invocada en repetidas ocasiones… El Gral. Manuel Belgrano —Prócer argentino— juró Generala del Ejército a la Virgen de las Mercedes durante la Batalla de Tucumán, que se desarrolló el 24 de septiembre de 1812 —un día de la Virgen de las Mercedes. Al amanecer, justo antes de comenzar la Batalla, se presentó un fenómeno extraordinario de la naturaleza, que describe un testigo presencial: “una pequeña nube se descubría en el cielo en figura piramidal, sostenida por una base, que parecía sostener una efigie de la imagen de Nuestra Señora”. Los soldados del Ejército al mando del Gral. Belgrano se sintieron protegidos por la Virgen…

Al anochecer del mismo día, se había decidido la Batalla a favor del ejército patriota, fugándose el ejército realista… A los dos días de la Batalla, el 26 de septiembre, el Gral. Belgrano despachó su famoso oficio al Gobierno en Buenos Aires anunciando el triunfo y atribuyéndolo a la intercesión de la Virgen de las Mercedes: “La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección nos pusimos”.

Transcurridos algunos años, el Gral. Antonio José de Sucre se disponía a conquistar la ciudad de Quito… Es conocido, que durante la campaña que emprendió desde Guayaquil, le escribió a la Madre Rosa de la Santísima Trinidad, Priora del Carmen Alto de Quito —Monasterio de Monjas Carmelitas Descalzas—, solicitándole oraciones… No se ha hallado la carta, que Sucre dirigió a la Priora con tal objeto; pero, existe la carta de la Priora al Gral. Sucre, asegurándole haber cumplido con su solicitud y felicitándolo efusivamente por el resonante triunfo de la Batalla de Pichincha…

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Escuché por ahí: ¡Hemos quemado la Iglesia! ¡Muera la Iglesia!

¡No mi hermano! tú no has quemado a la Iglesia, has quemado un templo.

Mientras tú quemabas los templos, la Iglesia estaba repartiendo despensas para los más pobres.

Mientras tú destruías vitrales y bancas, la Iglesia estaba cuidando a los ancianos sin techo y sin hogar.

Mientras tú destruías imágenes y lanzabas gritos por doquier, la Iglesia estaba muy ocupada dando de comer a la gente de la calle.

Mientras tu irrumpías cual malhechor en los templos y rayabas las paredes, la Iglesia estaba acompañando a los que se sienten solos, a los que estorban en este mundo.

Mientras tú celebrabas la caída de las torres, la Iglesia estaba abriendo las puertas de sus hospitales.

Mientras tú destruías las aulas y los adornos en las paredes, la Iglesia madrugaba para ofrecer educación a millones de niños y jóvenes en los colegios alrededor del mundo.

Mientras tu gritabas: ¡muerte al Nazareno!, la Iglesia seguía más viva que nunca, porque tu fuego no me mata, tu fuego alimenta mi fe y la fortalece, soy una contradicción en medio de este mundo que amo bastante.

Como te podrás dar cuenta, tu no quemaste a la Iglesia, la encendiste en caridad y pasión; caridad por ti, porque nuestro fundador nos dijo un día: “bendigan a quienes los maldicen”; pasión por todos, porque lo que haces no nos apaga, nos enciende de más ganas de extender la mano a quien más lo necesita. Porque tus actos hoy, me hacen tener la certeza de que este mundo no cambiará con violencia sino con amor, comprensión y dialogo.

Yo no soy tu enemigo y yo no estoy enojado contigo, eso iría en contra de mis valores. Oro y pido por ti, porque algún día, tú y yo podamos sentarnos como hermanos en una misma mesa. Todo es posible cuando hay amor.

No has quemado a la Iglesia, la has encendido en amor por ti, sí, soy contradicción en medio de este mundo.

Déjame decirte que lo que has quemado, es un montón de piedras inertes que no tienen vida, muy preciadas por nosotros porque es nuestra casa común, pero al final, solo eso, piedras sin vida.

Las PIEDRAS VIVAS seguimos de pie, luchando, trabajando y amando. Porque una Iglesia no está constituida por ladrillos, sino por personas, los templos caen pero la Iglesia sigue en pie, más fuerte que nunca.

Te presento a mi Iglesia: niños, jóvenes, adultos y ancianos que queremos caminar en amor, miembros de un mismo Cuerpo, donde la Cabeza es Jesús.

MI FE NO SE QUEMA, se enciende con tu fuego. NO HAS QUEMADO UNA IGLESIA, nos has dado combustible, combustible para no caer y poder perdonar, combustible para construir y no quemar.

La humanidad se ha equivocado, algunos miembros de la Iglesia también, miembros de nuestra familia nuclear también se han equivocado, incluso yo me he equivocado, tú también, somos humanos y en nuestro corazón hay mancha. Aquí no estamos buscando culpables, no buscamos castigos o muerte a quienes destruyen, buscamos soluciones, construir una nueva civilización. Como lo dice el Papa Francisco inspirado en el gran San Francisco de Asís: “TODOS SOMOS HERMANOS”.

Como te podrás dar cuenta, la Iglesia es difícil de quemar.

P David Beltrán