Día: 17 de febrero de 2012

Cantaremos. VII Domingo del Tiempo Ordinario

No es posible seguir a Jesús y seguir viviendo como “paralíticos….. El perdón de Dios, recibido con fe en el corazón y celebrado con gozo junto a los hermanos nos hace hombres nuevos, hombres sanos! Debemos reavivar en nuestras comunidades la celebración del perdón que Dios nos ofrece en Jesús. Ese perdón puede ponernos de pie para enfrentarnos al futuro con confianza y alegría , nos puede liberar de aquello que nos bloquea interiormente.. ¡Con Jesús todo es posible!…. Nuestras comunidades pueden cambiar. Nuestra fe puede ser más libre y audaz!. El Señor nos dice hoy: levántate y toma tu camilla, asume tu responsabilidad y vive con paz.

CANTAREMOS:

  • Entrada: El señor nos llama………………………272
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya-Antífona
  • Ofertorio: Tú pones lo demás……………………190
    • Santo-Padre nuestro-La Paz-Cordero de Dios
  • Comunión: Vaso nuevo……………………………221
    • Señor, Tú eres nuestra luz………………….171
  • Despedida: Tomado de la mano………………….191

19 de Febrero. VII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Marcos (Mc 2,1-12)

Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla.

Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico; “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Algunos escribas que estaban ahí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla ése así?? Eso es una blasfemia. ¿Quien puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”

Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo; “Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: “Tus pecados te son perdonados’ o decirle; Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa?’ Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados – le dijo al paralítico-: Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a casa”.

El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo; “Nunca habíamos visto cosa igual”.