Día: 17 de septiembre de 2016

Orden de Predicadores. Lectio Divina.

Descubra la Lectio Divina #OP800

Domingo, Septiembre 18, 2016

Dominica XXV per annum (http://www.op.org/es/lectio/2016-09-18 )

Salir de nuestro egoísmo para pensar en los otros. 

Lectio

Oíd esto, los que pisoteáis a los necesitados y arruináis a los pobres de la tierra,  diciendo: “¿Cuándo pasará la luna nueva, para que vendamos el trigo; y el sábado, para que abramos los almacenes del trigo; para que reduzcamos el peso y aumentemos el precio, falsificando fraudulentamente las balanzas;  para comprar a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos; para que vendamos los desechos del trigo?”  El Señor ha jurado por la gloria de Jacob: “¡No me olvidaré jamás de todas las cosas que han hecho! (Amos 8, 4-7)

Meditatio

Hoy en día los unos aprovechan anchas coyunturas favorables mientras que a los otros se les quita sus posesiones. Muy a menudo nos encontramos corriendo tras beneficios personales sin pensar en los otros. Lo que vale son nuestros intereses propios y los de nuestros familiares. Y todos los medios son buenos para conseguir tal fin incluso si se trata de “sacrificar” vida humana. Los juegos políticos y la salvaguardia de intereses egoístas y privados han vaciado la sociedad de sus valores humanistas y del respeto a la persona, criada a la imagen y al parecido de Dios (cf. Gn 1, 26).
Dios no se mantiene ni sordo ni mudo frente a las injusticias de nuestro tiempo. Desde lo alto del Cielo el Señor mira la raza de los hombres que explotan a los pobres. Y Dios pasa por nosotros para ofrecer justicia a los oprimidos. El mensaje de Amos recuerda nuestro compromiso bautismal puesto que por nuestro bautizo somos sacerdotes, reyes y profetas. Por eso tenemos que tener conciencia de nuestra misión profética en la sociedad actual. Tras Amos, como predicadores, tenemos esta noble misión de denunciar el descuido de ciertas clases que solo piensan en sus beneficios y la rapacidad de todas las personas que hacen altos beneficios a costa de los pobres. Somos llamados a reclamar el respeto del derecho y de la justicia antes que multiplicar la ceremonias religiosas. Así lo dice el sabio de los Proverbios : “ practicar la justicia y el derecho vale, para el Señor, más que el sacrificio” (Pr 21, 3).

El «terremoto cotidiano» de Alepo

Ibrahim Alsabagh  –  16/09/2016. revistahuellas.org

Queridísimos amigos:
Con gran amargura en el corazón recibimos la triste noticia del terremoto en Italia. Inmediatamente ofrecimos nuestras misas, oraciones, sufrimiento y fatiga por las almas de los fallecidos, por los heridos, por los familiares y amigos de las personas y familias afectadas. Seguimos rezando por todos vosotros.
En Alepo vivimos como si hubiera un terremoto continuo que no da señales de ir a acabar, una crisis absurda que dura ya más de cinco años. Continúa nuestro Via crucis y la larga agonía del pueblo sirio. Una agonía lenta. A esta parte del Cuerpo místico de la Iglesia cada vez le falta más aliento, las fuerzas decaen, consumadas por la flagelación de los cuerpos.
El último periodo, concretamente, ha sido de una tristeza infinita por las atrocidades y daños sufridos a causa de las bombas y misiles que siguen cayendo sin tregua en las casas y en las calles. Al visitar las casas afectadas, vemos cómo los daños cada vez son más ingentes, provocados por armas cada vez más sofisticadas y capaces de destruir cada vez más profunda y “cualitativamente”.
El sufrimiento toca cada vez más cerca a los habitantes de Alepo. Para que os hagáis una idea, os cuento tres hechos que han ocurrido últimamente.

Para leer la totalidad del texto, invito a ir a enlace siguiente :

http://www.revistahuellas.org/default.asp?id=418&id_n=8268

Cantaremos – XXV Domingo del Tiempo Ordinario /C

Jesús no pretende alabar las artimañas del administrador  cuanto hacer ver a sus discípulos la sagacidad de aquél hombre  para prever la suerte que tendrá que enfrentar como consecuencia de sus equivocaciones. En diversas ocasiones, Jesús hace reflexionar a sus discípulos para que aprendan a ser astutos y a vivir dentro de la dinámica del reino, en medio de una sociedad bien complicada. Precisamente en tiempos de Jesús, sólo las ricas familias de Jerusalén y los grandes terratenientes de Séforis y Tiberíades podían acumular grandes riquezas; los campesinos apenas lograban ganar algunas monedas de poca denominación y conseguían lo esencial para vivir echando mano del trueque. Es por eso que Jesús habla del dinero con un lenguaje muy personal, como si no conociera el dinero limpio. Sabe muy bien cómo amasan las grandes riquezas aquellos terratenientes y cómo la disfrutan sin la más mínima compasión por los hambrientos.

Lucas recoge las frases de Jesús sin dejar perder su contenido: ” Y Yo les digo que con el dinero sucio se ganen amigos para que cuando les falte, los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho; el que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho”.- Utilicen su riqueza para ayudar a los pobres; gánense su amistad compartiendo con ellos sus bienes, para que a la hora de la muerte, cuando de nada sirven las riquezas, sean acogidos en la casa del Padre.

Las palabras del Señor no fueron bien recibidas.Lucas comenta que había unos fariseos amantes de la riquezas escuchando y se burlaban de él. Sin embargo a ellos sólo les interesaba “cumplir la ley”….La riqueza la consideraban como un signo de que Dios bendecía su vida. Sin embargo, esta larga tradición bíblica no es evangélica y así hay que enseñarlo. Un verdadero seguidor de Cristo no debe hacer lo que le venga en gana con su dinero. Para Jesús, es evidente que, hay una manera justa de hacer dinero, de gastarlo y de disfrutarlo. Y otra manera injusta que es la de olvidar el hambre y la necesidad extrema de muchos.

Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. “No pueden servir a Dios y a la riqueza”.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor …………………………………. 159
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te ofrecemos Señor …………………………………………………… 186
        • Santo – Padre nuestro
        • La paz – Cordero de Dios
      • Con nosotros está ………………………………………………………  45
      • Tan cerca de mi ……………………………………………………….. 143
      • Viva Cristo ……………………………………………………………….. 218

18 de Septiembre – XXV Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según san Lucas (Lc 16,1-13)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
–¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.
El administrador se puso a echar sus cálculos:
– ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero:
¿Cuánto debes a mi amo?
Este respondió:
– Cien barriles de aceite.
El le dijo:
– Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta».
Luego dijo a otro:
– Y tú, ¿cuánto debes?
El contestó:
– Cien fanegas de trigo.
Le dijo:
– Aquí está tu recibo: Escribe «ochenta».
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.

Y yo les digo: Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.

El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?

No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero”.